La pintura, realizada en óleo sobre lienzo (142 x 120 cm), refleja la profunda admiración del artista por el Presidente Ho Chi Minh, líder eminente de Vietnam y figura histórica que impulsó las luchas por la liberación de los pueblos oprimidos y la clase obrera en todo el mundo.
En ella, Ho Chi Minh aparece con un porte sereno, intelectual y resuelto. Para lograr una representación fiel, Georg Esco se sumergió en un proceso de investigación en el que consultó documentos históricos y fotografías para captar los rasgos más significativos del rostro del líder vietnamita.
Ho Chi Minh no solo consagró su vida a la causa de la independencia nacional, sino que también dejó una profunda influencia entre los revolucionarios y los amantes de la paz en todo el mundo.
El premio reconoce que el pensamiento, la ética y el estilo de vida de Ho Chi Minh tienen un valor que trasciende las fronteras y siguen difundiéndose en todo el mundo, de modo que un pintor francés de origen rumano puede sentir y reflejar fielmente su espíritu.
Georg Esco, cuyo nombre real es Ionita-Radu Georgescu, nació el 11 de marzo de 1977 en la histórica región de Transilvania, en el centro de Rumanía. A principios de los años noventa del siglo pasado se trasladó a París, donde comenzó a forjar su carrera artística.
El arte ha sido una vía de expresión íntima con la que Georg Esco representa el mundo que lo rodea, nutrida por su imaginación y su sensibilidad estética. Influenciado por el expresionismo abstracto, pero con una técnica espontánea y profundamente intuitiva, ha sido reconocido por la crítica especializada como uno de los artistas contemporáneos con mayor capacidad para fundir el arte y la vida en una unidad inseparable.
Sus obras, presentadas en diversas exposiciones individuales y colectivas, han generado interés en los círculos artísticos de Francia y otros países.
