Este festival se celebra al inicio del Año Nuevo Lunar, momento en que el cielo y la tierra se unen según la creencia de los Giay. Asimismo, confían que el sonido de los tambores en representación de las oraciones por un próspero, feliz y alegre año será escuchado por los dioses.
El patriarca realiza el rito de pedir el tambor.
Los Giay consideran que los tambores son un tesoro sagrado en la vida cultural y espiritual, por eso no los tocan sin el permiso de los dioses. Tienen también fe en que este instrumento trae mucha suerte y bendición a los aldeanos, así que lo llevan a todas las casas para pedir la buena fortuna al finalizar la danza.
Los Giay bailan y festejan alrededor del tambor.
El evento recreado por los Giay ayudó a los visitantes a comprender la cultura tradicional de este grupo étnico en la provincia de Ha Giang.
Esta es una de las actividades organizadas por la Administración de la Aldea de Cultura y Turismo con el objetivo de atraer a más turistas a esta "Casa Común" de las etnias que habitan en el territorio vietnamita, además de llevar a cabo la conservación de los valores culturales tangibles e intangibles de la comunidad de los 54 grupos étnicos en Vietnam.