Cubierta por bosques verdes y lagos, la pagoda Tam Chuc es tan bella como una pintura artística gigante trazada con líneas elegantes creadas por la naturaleza, lo que la convierte en un destino espiritual.
La pagoda se considera como una de las edificaciones de ese tipo con mayor superficie en el mundo, al abarcar más de cinco mil hectáreas.
Esa obra, construida desde la dinastía Dinh en el siglo X, se vincula con una leyenda, sobre la aparición de siete estrellas por encima de las siete montañas situadas cerca de la aldea de Tam Chuc. Mientras, al frente de la pagoda también se encuentran otras seis montañas que, según la mitología, eran originalmente seis campanas celestiales.
El momento ideal para que los turistas visiten la pagoda Tam Chuc es de agosto a octubre y de enero a marzo de cada año. Entre agosto y octubre es la época más hermosa de la naturaleza del lugar, mientras los primeros meses del año son la temporada de festivales con múltiples actividades culturales interesantes.
Una de las obras destacadas del complejo es el templo Tam The, en el cual se encuentran tres estatuas de Buda, con un peso de 200 toneladas cada una. Estas obras están hechas de bronce, y por detrás de las estatuas, se colocan tres hojas de un árbol sagrado del budismo.
La actual pagoda Tam Chuc se erige sobre la base de la homónima antigua pagoda, que existía hace casi un milenio.
Además, el complejo cuenta con la pagoda Ngoc, los templos Phap Chu y Quan Am, la puerta Tam Quan y un centro de convenciones.