En un esfuerzo por explorar y consultar políticas para que el Gobierno amplíe nuevos espacios económicos en aras de promover el crecimiento, el Instituto Central de Gestión Económica (CIEM) ha realizado investigaciones sobre el desarrollo de la economía creativa.
En 2020, se evaluó que Vietnam ocupaba el tercer lugar entre las 10 principales economías en desarrollo exportadoras de bienes innovadores con una facturación de más de 14 millones de dólares, lo que representa el 2,7 por ciento del valor mundial y el cinco por ciento del volumen de exportación nacional.
El factor que sustenta la economía creativa en Vietnam proviene de una población joven y conocedora de la tecnología, las políticas de facilitación del Estado, el rico patrimonio cultural, el rápido proceso de digitalización y el fomento de la integración económica mundial.
Según Vo Tri Thanh, director del Instituto de Investigación sobre Comercio y Competencia, para desarrollar una economía creativa, resulta necesario contar con estrategias, planificación y políticas prioritarias, que podrían ser eventos de gran escala asociados a actividades culturales, artísticas o turísticas.
En términos más generales, la economía creativa puede consistir en actividades transnacionales, como invitar a artistas mundialmente famosos a actuar. Para hacer esto, las condiciones nacionales deben cumplir con los requisitos de la gira en términos de infraestructura, capacidad de organización de eventos, en combinación con muchas actividades al mismo tiempo.
Al afirmar que la propiedad intelectual es la columna vertebral y el alma de la economía creativa, Nguyen Thi Hoang Hanh, de la Oficina Nacional de Propiedad Intelectual, afirmó que la aplicación eficaz de la protección de la propiedad intelectual motivará a los creadores a continuar con su trabajo y hará que los inversores se sientan seguros a la hora de invertir capital en las industrias creativas. Esta es una cuestión a la que Vietnam debe prestar atención en la promoción de la economía creativa.
