El terremoto de magnitud 7,7, que azotó Myanmar el 28 de marzo, también causó daños significativos a la infraestructura esencial del país, incluyendo oleoductos subterráneos y el sistema eléctrico.
El gobierno ha implementado urgentemente medidas de respuesta, incluyendo la aceptación de buques petroleros para paliar la escasez de combustible.
En Tailandia, el gobernador de Bangkok, Chadchart Sittipunt, declaró que la limpieza de los escombros del edificio de la Oficina Estatal de Auditoría, que se derrumbó en el terremoto del 28 de marzo, podría tardar entre 30 y 60 días, mientras continúan las labores de búsqueda de supervivientes en condiciones difíciles.
Afirmó que, hasta la fecha, las autoridades han retirado menos del cinco por ciento de los aproximadamente 15 mil metros cúbicos de escombros de las 40 mil toneladas. Los equipos de rescate no pueden acceder a las zonas donde se cree que hay posibles supervivientes debido al hormigón, el acero y otros escombros que obstruyen su avance.
