Se trata de un joven de entre 26 y 27 años de edad, quien quedó atrapado en el interior del Hotel Aye Chan Thar en Naypyidaw, a unos 20 kilómetros del hospital Ottara Thiri, donde los representantes vietnamitas están realizando labores de rescate.
Cuando los socorristas vietnamitas llegaron al lugar, la víctima aún podía hablar y dijo que está bien pero necisitaba comida y agua. Las fuerzas están buscando actualmente la ruta más cercana para salvar al joven.
Cinco días después del devastador terremoto, decenas de miles de personas en la capital de Myanmar todavía viven a la intemperie, sin electricidad, agua ni acceso a necesidades básicas.
Ante esa situación, el equipo de socorro del Ministerio de Seguridad Pública de Vietnam no sólo se centra en la búsqueda y el rescate de las víctimas, sino que también envía personal para apoyar a las personas a estabilizar sus vidas en campamentos temporales.
El coronel Nguyen Minh Khuong, jefe del grupo de trabajo, expresó su confianza en que que esos campamentos temporales compensen en parte la pérdida y ayuden a la gente a sentir solidaridad y amor después del desastre.
El personal del equipo también organizó exámenes y tratamientos médicos y entregó medicamentos a las personas heridas.
A pesar de las difíciles circunstancias, el equipo de salvamento de la nación indochina siempre está dispuesto a compartir pequeños artículos como alimentos secos y agua limpia con las personas locales, ayudándolos a superar el dolor y las dificultades después de ese desastre natural.
Hasta el 1 de abril, el terremoto ha dejado un saldo de más de dos mil 700 víctimas mortales, cuatro mil 500 heridos y 400 desaparecidos.
