Así lo anunció hoy el mayor general Pham Van Ty, subdirector del Departamento de Rescate y Socorro del Ministerio de Defensa.
Tras aterrizar anoche en el Aeropuerto Internacional de Yangón, los equipos se trasladaron de inmediato a Naypyidaw, ubicada a cerca de 500 kilómetros, para coordinarse con las autoridades birmanas en la búsqueda de sobrevivientes.
Afirmó que la máxima prioridad es localizar y rescatar a las personas atrapadas bajo los escombros en las zonas más devastadas lo antes posible.
En la mañana del 31 de marzo, los rescatistas vietnamitas se reunirán con el Comité de Coordinación de Myanmar para definir tareas y organizar las operaciones. Posteriormente, se dirigirán a Mandalay, a unos 200 kilómetros de Naypyidaw, donde los daños son más severos y miles de personas permanecen sepultadas bajo los escombros.
En Mandalay, los equipos se dividirán en tres grupos para agilizar las labores de búsqueda y rescate, con el objetivo de reducir las pérdidas humanas y aliviar el sufrimiento del pueblo de Myanmar.
Pham Van Ty destacó la determinación de los socorristas de estar listos para cumplir todas las tareas y apoyar a la nación vecina en este momento crítico.
El terremoto, de magnitud 7,7 y origen superficial, ocurrió al mediodía del viernes (hora local) y le siguió minutos después una réplica de 6,7. Desde entonces, múltiples réplicas, aún perceptibles el domingo, han intensificado la desesperación de la población.
Según las autoridades de Myanmar, el saldo preliminar asciende a mil 700 fallecidos, tres mil 400 heridos y 300 desaparecidos, aunque la magnitud real del desastre aún es difícil de determinar con exactitud.
