Este evento que formó parte de las celebraciones del Día de Vesak 2025, organizado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), reunió a unos mil 200 delegados internacionales provenientes de 80 países y cinco territorios, junto con 800 monjes y monjas vietnamitas, cerca de cuatro mil jóvenes de Ciudad Ho Chi Minh y numerosos seguidores budistas locales.
Durante el evento, el ministro de Asuntos Étnicos y Religiosos, Dao Ngoc Dung, expresó su profundo agradecimiento a la Sangha Budista de Vietnam (SBV) y a los monjes por dedicar un momento especial para honrar la memoria de los más de tres millones de vietnamitas que sacrificaron sus vidas por la independencia y la unidad del país.
La ceremonia también rindió tributo a más de 1,2 millones de héroes caídos, 800 mil veteranos heridos y a millones de madres y familias vietnamitas heroicas que apoyaron la revolución.
El Partido y el Estado vietnamitas siempre han garantizado el respeto a la libertad de religión, creencias y también a la no creencia de todos los ciudadanos, destacó el ministro. Además, subrayó que Vietnam confía en que la SBV y todas las personas, independientemente de sus creencias, seguirán trabajando juntos para construir un país próspero y lleno de felicidad. El encendido de velas reflejó el valor del budismo en su misión global de preservar las tradiciones espirituales y promover activamente el diálogo internacional sobre la paz, los derechos humanos y el desarrollo sostenible.
Antes de este evento, la SBV organizó una gran ceremonia conmemorativa y de réquiem en honor a los héroes caídos, coincidiendo con el 50.º aniversario de la liberación del Sur y la reunificación nacional (30 de abril). Este acto encarnó el espíritu budista de gratitud y la tradición de defensa nacional que ha acompañado a Vietnam a lo largo de sus dos mil años de historia.