Enmarcado en el programa de cooperación técnica ‘Mejora de competencia para la Guardia Costera de Vietnam’, el curso, de cinco días, tuvo como objetivo fortalecer la capacidad de hacer cumplir la ley en el mar de esa unidad militar del país indochino.
Ofreció lecciones teóricas y prácticas sobre la inspección in situ de los buques que ingresan a un país, la búsqueda a bordo y la pesquisa inicial al ser detectadas mercancías prohibidas, y cómo recopilar información para identificar a posibles delincuentes. Esta última habilidad es considerada especialmente útil para los guardacostas locales, pues sus territorios corren el riesgo latente del tráfico ilícito de drogas.
El último día del taller, al recibir a una delegación de la parte nipona, el coronel Vu Trung Kien, comandante adjunto de la Guardia Costera de Vietnam, agradeció la cooperación de la JICA y el programa de capacitación en particular. Aplaudió la celebración de similares actividades en el futuro.
Dicho curso, ofrecido en la ciudad vietnamita de Phu Quoc, fue el primero presencial del citado programa de colaboración. Antes, la formación solía desplegarse en línea debido al impacto de la pandemia de Covid-19.
Entre otros gestos solidarios de la JICA figura la provisión de lanchas patrulleras marítimas en virtud del proyecto de préstamo ‘Fortalecer la capacidad para garantizar la seguridad en el mar vietnamita’.
Con ello la agencia japonesa espera mejorar la capacidad de rescate y aplicar la ley en el mar a Vietnam, para asegurar la libertad de navegación y seguridad sobre sus aguas territoriales, así como contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible número 14 y 16 de las Naciones Unidas y hacer realidad un Indo-Pacífico libre y abierto.