Con esa cifra, el IPC en los primeros 10 meses del año se incrementó en un 2,89 por ciento en relación con el mismo período del año pasado. La inflación subyacente creció un 2,14 por ciento, precisó.
La entidad atribuyó ese resultado al aumento de los precios de combustibles, la creciente demanda de servicios alimentos, la subida de precios de materiales de construcción y arroz, entre otros factores.
Con el fin de responder de manera proactiva a los desafíos en medio de la creciente presión inflacionaria, el gobierno ha dirigido la implementación sincrónica de diferentes soluciones para estabilizar precios con el fin de limitar los impactos negativos en el desarrollo socioeconómico.