Recientemente, LG Energy Solution (LGES), uno de los mayores fabricantes de baterías del mundo, anunció su plan de invertir en una planta de producción de motocicletas eléctricas y estaciones de carga en Phu Tho. Esta es una señal positiva para la industria de la energía y el transporte verde en Vietnam.
Lee Jin Woo, director senior de LGES, dijo que su empresa espera colaborar con las vietnamitas para desarrollar un ecosistema de motocicletas eléctricas y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, prestando especial atención a la aplicación de la inteligencia artificial (IA).
LGES provee productos a grandes marcas como Tesla, GM, Hyundai y Audi, lo que abre grandes oportunidades para el mercado de vehículos eléctricos en Vietnam.
Empresas locales como VinFast, Selex Motors y Dat Bike están acelerando la expansión de su producción y cuota de mercado. VinFast tiene como objetivo producir un millón de motocicletas eléctricas al año, junto con el desarrollo de modelos de automóviles y camiones eléctricos.
Por su parte, Dat Bike está preparando la expansión de su fábrica en Ciudad Ho Chi Minh, triplicando su capacidad, y desarrollando un modelo de garantía móvil para satisfacer las necesidades de mantenimiento de los usuarios.
Los concesionarios de vehículos eléctricos también están en auge en las grandes ciudades, y VinFast ya posee un ecosistema de vehículos eléctricos cerrado, que incluye una gama diversa de vehículos, estaciones de carga, servicios de alquiler de baterías y postventa.
La aparición de marcas internacionales como BYD, MG, Wuling y Dongfeng también está generando una fuerte competencia en el segmento de los automóviles eléctricos, con modelos a precios competitivos y estrategias ambiciosas para ingresar al mercado.
Sin embargo, según los expertos, el desarrollo del mercado de vehículos eléctricos en Vietnam no solo depende de los productos, sino también de la construcción de infraestructura, especialmente las estaciones de carga. VinFast lidera actualmente con una red de estaciones de carga extensa, lo que pone presión sobre competidores como BYD, Geely y Wuling, obligándolos a intensificar la inversión en infraestructura.
Se espera que el mercado de vehículos eléctricos alcance un valor de 6,7 mil millones de dólares en 2030, con una tasa de crecimiento promedio del 18 por ciento anual. Sin embargo, no todas las empresas tendrán la resistencia necesaria para competir.
Las barreras en términos de capital, tecnología e infraestructura podrían dificultar la situación para algunas empresas locales. Esto es especialmente cierto considerando que los inversores extranjeros están construyendo rápidamente estaciones de carga sincronizadas, lo que podría dificultar a las empresas locales el control en la cadena de valor.
VinFast actualmente lidera el desarrollo de infraestructura de estaciones de carga, lo que les otorga una gran ventaja para dominar el mercado. Sin embargo, otras empresas también deben prepararse de manera integral en cuanto a productos, servicios e infraestructura para mantener su competitividad.
La falta de un marco legal claro para las estaciones de carga y los estándares técnicos para las baterías sigue siendo un problema por resolver. El Gobierno ha establecido el objetivo de que, para 2030, el 50 por ciento de los vehículos utilicen electricidad o energías verdes, pero para lograr esta meta, se necesitan políticas de apoyo claras, que incluyan normas técnicas comunes para las baterías, las estaciones de carga y los incentivos para el crédito verde.
Ciudades como Hanói, Da Nang y Ciudad Ho Chi Minh también han tomado medidas para apoyar a los inversores en estaciones de carga, pero los expertos creen que se necesita un marco de políticas más coordinado y robusto para impulsar el desarrollo del mercado de vehículos eléctricos.
La carrera de los vehículos eléctricos en Vietnam está muy activa, y quien avance rápido y en la dirección correcta tendrá una gran ventaja en el futuro. Sin embargo, para garantizar un desarrollo sostenible, es necesario abordar los problemas relacionados con la infraestructura, los estándares técnicos y las políticas de apoyo financiero para los consumidores.