La depreciación de la moneda nacional, el kip, frente al dólar estadounidense y el baht tailandés y los altos precios del combustible se encuentran entre los factores principales que impulsan la inflación, pues inducen a la elevación de los costos de los productos comprados de los países vecinos, precisó la fuente.
En general, Laos reportó una inflación promedio de hasta el 23 por ciento en 2022, un fuerte aumento desde el 3,8 por ciento en 2021. Este podría ser el peor golpe de inflación que ha sufrido este país desde la crisis financiera asiática de 1997-1998.
Para hacer frente a la situación, el Gobierno de Laos emitió muchas políticas con el propósito de controlar la devaluación de la moneda nacional, incluido el aumento de las tasas de interés y el uso de las reservas de divisas para importar productos básicos y controlar estrictamente la tasa de cambio.
La Oficina de Estadística de Laos prevé que la tasa de inflación del país se mantendrá en niveles de dos dígitos en el primer y segundo trimestre de 2023, mientras que las medidas del Gobierno a fin de controlar los precios de los productos y servicios pueden traer resultados positivos para la disminución de esa cifra a finales del año.
Según la Agencia Vietnamita de Noticias, el Gobierno laosiano también se comprometió previamente a garantizar la tasa de crecimiento económico del país en al menos un 4,5 por ciento y reducir la tasa de inflación al nueve por ciento en 2023.