La nueva taxonomía fue una revisión de un documento de 2022, el cual define lo que se considera una inversión sostenible en apoyo del compromiso de Indonesia de lograr emisiones netas cero para 2060.
De acuerdo con las nuevas clasificaciones, se aplica el sistema de semáforo, según el cual los sectores etiquetados como "verdes" se interpretan como alineados con los esfuerzos para cumplir los objetivos climáticos de Indonesia, "ámbar" para los que apoyan la transición a una economía baja en carbono y "rojo" para aquellos que dañan el medio ambiente.
Según el nuevo documento, una inversión en centrales eléctricas de carbón (sistemas fuera de la red desarrollados y gestionados por industrias para su uso) se etiqueta en ámbar siempre que cumpla con ciertos criterios.
Las plantas cautivas deben construirse antes de 2031, cerrarse antes de 2050 y comprometerse a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 35 por ciento dentro de los 10 años posteriores a su operación con respecto al promedio de 2021.
Indonesia es actualmente el mayor exportador mundial de carbón y níquel.