De acuerdo con los investigadores, este tipo del arte se originó con el establecimiento de la monarquía vietnamita y simboliza la longevidad del rey y la prosperidad de la dinastía, por lo que resultó muy apreciada por los sucesivos reinados del país hasta 1945, cuando el último emperador abdicó.
Este género de música surgió en la época de la dinastía Ly, continuó desarrollándose a través de las dinastías Tran, Ho, Le y Tay Son, y floreció notablemente durante la dinastía Nguyen.
A lo largo del período de la dinastía Nguyen, la música de la corte se ofreció en eventos ceremoniales, como, la ceremonia de Tich Dien, las celebraciones del cumpleaños del rey, la coronación, los funerales de reyes y reinas, entre otros.
Quienes trabajaron en esta profesión artística durante años y adquirieron experiencia recibieron un título de la realeza, como demostración del aprecio de los monarcas por la música de la corte.
Cuentan que los reyes y nobles de la dinastía Nguyen celebraron sesiones privadas de música de la corte para disfrutar entre ellos, invitando a músicos de la banda real a tocar con niños.
Tras el final de la dinastía Nguyen, en 1945, la música de la corte perdió su función social original y el entorno de interpretación cayó en un estado de declive y corrió peligro de desaparición.
El reconocimiento, por parte de la Unesco como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, el 7 de noviembre de 2003, impulsó a Vietnam a crear entonces un plan de acción nacional a fin de preservar, recuperar y promover su valor, que ha permitido instaurar las bases para su conservación.
Acorde a los nuevos tiempos, en la actualidad, la música de la corte real de Hue se interpreta en varias ocasiones, como el Festival propio de la ciudad y distintas actuaciones de música de cámara.
Igualmente, se utiliza en eventos diplomáticos, tanto para turistas como para locales con motivo de importantes festividades y el tradicional Año Nuevo Lunar.
De esta manera, el valor artístico de la música cortesana todavía se mantiene, se perpetúa y se continúa promoviendo en una variedad de espacios de interpretación, ahora imbuidos de modernidad, pero con similar respeto y admiración.