En el informe “Vietnam At A Glance” de julio de 2022, la entidad señaló que la disminución de los riesgos planteados por la variante Omicron y las restricciones suavizadas han allanado el camino para que el país regrese a la normalidad.
Gracias a la recuperación generalizada, Vietnam registró una impresionante tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto del 7,7 por ciento en el segundo trimestre en comparación con el mismo período del año pasado. El sector de los servicios, que ha sufrido graves impactos económicos, se recuperó con fuerza, mientras que la fabricación siguió creciendo y las exportaciones alcanzaron máximos históricos.
Sin embargo, la previsión de crecimiento para 2023 se revisó a la baja del 6,7 por ciento al 6,3 por ciento debido a los crecientes riesgos, especialmente en el sector energético, según el banco.
HSBC Global Research señaló los crecientes impactos del aumento de los precios de la energía y agregó que la escalada de los precios de los bienes ha llevado a un déficit comercial en el segundo trimestre y puede empeorar la situación de la cuenta corriente, que aún no ha sido optimista.
Por otro lado, indicó, aunque el consumo de los hogares se ha recuperado de manera constante, los presupuestos de las personas pueden verse afectados por los altos precios del petróleo, lo cual ralentiza la velocidad de recuperación reciente.
Se pronostica que la inflación de Vietnam se ubicará en alrededor del 3,5 por ciento este año, pero puede superar el techo del 4 por ciento entre el cuarto trimestre de 2022 y el segundo trimestre de 2023, lo cual requiere que el Banco Estatal de Vietnam comience a normalizar la política monetaria.
Según el informe, Vietnam se ha beneficiado de la reapertura de la economía y la demanda interna ha regresado, mientras que los factores externos siguen siendo favorables. Sin embargo, resulta necesario mantenerse alerta ante los crecientes riesgos de crecimiento, especialmente los que plantea el aumento de los precios de la energía.