Hasta las 17:00 del 8 de octubre, casi 22 mil 600 hectáreas de arroz y otros cultivos estaban anegadas, cientos de miles de cabezas de ganado y aves de corral habían muerto o sido arrastradas por el agua, y 16 mil 918 viviendas permanecían inundadas: cinco mil 96 en Thai Nguyen, siete mil 290 en Cao Bang, tres mil en Lang Son y más de mil en Hanói. Además, mil 608 hogares quedaron aislados y más de 700 sufrieron daños severos.
Cabe destacar que la presa hidroeléctrica de Bac Khe 1, situada en la comuna de Tan Tien (Lang Son), colapsó debido al fuerte caudal de agua, con una capacidad de embalse de unos cuatro millones de metros cúbicos. Las autoridades evacuaron de inmediato a 803 hogares a zonas seguras, evitando así víctimas humanas.
Las inundaciones también provocaron deslizamientos de tierra y cortes en 66 puntos de carreteras nacionales, paralizando temporalmente el tráfico. La línea ferroviaria Hanói–Dong Dang suspendió sus operaciones, y muchas carreteras provinciales y rurales quedaron intransitables.
En cuanto a las pérdidas humanas, se registraron 13 fallecidos y desaparecidos, además de siete heridos. Las autoridades locales continúan el recuento de víctimas y brindan apoyo a la población para superar las consecuencias del desastre.
Ante la grave situación, el primer ministro y los viceprimeros ministros inspeccionaron directamente las labores de emergencia en Thai Nguyen, Bac Ninh, Cao Bang y Lang Son. El Gobierno decidió destinar un apoyo urgente de 5,5 millones de dólares del presupuesto central de 2025 a cuatro provincias: Thai Nguyen (1,9 millones), Cao Bang (1,1 millones), Lang Son (1,1 millones) y Bac Ninh (1,1 millones).
El Comité Directivo Nacional de Defensa Civil instó a una respuesta urgente ante las inundaciones excepcionales en los ríos Cau y Thuong, donde el nivel del agua superó los récords históricos antes de comenzar a descender lentamente el 8 de octubre, aunque aún se mantenía por encima del nivel de alarma. Paralelamente, el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente reportó numerosos incidentes en las infraestructuras de riego, como el colapso de compuertas, desbordamientos y daños en estaciones de bombeo, y ordenó a las autoridades locales reforzar diques, evacuar a los residentes en zonas bajas y mantener vigilancia constante para proteger vidas y bienes.
