Las 18 familias de la aldea de Nam Tong, todas de etnia mong, llevan casi dos meses alojándose temporalmente en una colina cerca de su antiguo pueblo. |
Los aldeanos se van acostumbrando al nuevo ritmo de vida. En la foto, Thao Thi Dau, de 21 años, y su bebé Ly Seo Tung, en la zona de reasentamiento temporal. La joven madre dijo que su único deseo es tener una casa nueva para estabilizar su vida. |
Cada tarde, las mujeres mong con su hijo en la espalda miran hacia el lugar al que una vez llamaron hogar, ahora cubierto de escombros y barro. |
Los niños supervivientes son demasiado pequeños para entender las adversidades que están experimentando sus familias en este momento. |
... pero son ellos una nueva esperanza para los adultos. |
Para Lu Seo Nuong, secretario del comité partidista en Nam Tong, el futuro de la aldea comenzará con las generaciones infantiles, como el pequeño Ly Seo Tung, al que sostienen sus brazos. "Sus sonrisas nos dan aún más motivación para llevar a cabo la reconstrucción", compartió. |
La nueva alegría en Nam Tong. |
Poco lejos de allí se encuentra el área de alojamiento temporal a la que han sido evacuados los residentes de la aldea de Kho Vang por miedo a deslizamientos de tierra. La zona de reasentamiento está siendo construida a toda prisa. |
La inocente alegría de niños desplazados. Sus juguetes incluyen algún frasco de medicina, un avión con un ala rota, o cualquier cosa que queda tras aquella inolvidable evacuación. |
Aunque en una situación adversa, encuentran su propia alegría. |
La sonrisa de niños en Kho Vang. |
La aldea Nu también está recuperando la normalidad. |
La mirada pura de los niños inspira esperanza de cara al futuro, que toma forma con las viviendas que están en proceso de edificación ahora mismo. |