Paulo Medas, quien se encontró al frente de una delegación de grupo de trabajo del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la consulta del Artículo IV de 2023 con Vietnam, hizo esa valoración en una entrevista concedida a la Agencia Vietnamita de Noticias (VNA).
Según el experto, la flexibilización gradual de las políticas monetarias, como la reducción de las tasas de interés y de impuestos y el aumento del gasto público, ha ayudado a mitigar los impactos negativos.
En ese sentido, patentizó la certidumbe de que la economía de Vietnam se recupere en el segundo semestre de 2023 para alcanzar un crecimiento de alrededor del 4,7 por ciento para todo el año, gracias a la recuperación de las exportaciones y la flexibilización de las políticas internas.
Se espera que la inflación se controle por debajo de la meta de 4,5 por ciento del Banco Estatal de Vietnam (BEV), añadió, y vaticinó también que, en el mediano plazo, el país del Sudeste Asiático podría volver a un alto crecimiento una vez que se implementen las reformas estructurales. Aunque el nivel de crecimiento previsto sería más bajo que el de 2022, en comparación con el mundial resultaría un logro alentador.
Al referirse a las políticas adoptadas por el BEV, el especialista subrayó que la reciente decisión de recortar las tasas de interés ha permitido a las personas y las empresas acceder a las asistencias crediticias a un costo más económico, evidenciando así el reajuste propactivo de las políticas monetarias.
Sin embargo, además de la gestión macroeconómica del BEV, resulta necesario prestar atención a la capacidad de los bancos comerciales.
Tras subrayar que la relación entre préstamos y depósitos de Vietnam es bastante alta, lo que limitará el crecimiento del crédito, Paulo Medas notificó que el FMI ha recomendado al Gobierno de Vietnam intensificar las herramientas y labores de inspección y supervisión.
Por otro lado, mencionó algunas sugerencias como la adopción de tipos de cambio más flexibles; la modernización continua del marco de la política monetaria y la flexibilización aún más de la misma; y un mejor apoyo a los grupos vulnerables; así como el recorte de algunos impuestos.
El desafiante entorno económico actual y la creciente deuda incobrable plantean la necesidad de establecer un plan de acción para asegurar la estabilidad financiera y acelerar las reformas necesarias.
Ese plan podría incluir el fortalecimiento del marco de gestión de crisis bancarias y la mejora de la regulación y supervisión de entidades crediticias, remarcó.
Expresó su esperanza de que el supuesto reajuste de la Ley de Organizaciones crediticias, proceso que se somete hoy a la consideración de la Asamblea Nacional de Vietnam, creará un marco legal más efectivo a favor del manejo de los bancos y la liquidez de emergencia para el sistema al respecto.
Por otra parte, aconsejó prestar atención a las soluciones para reestructurar el mercado de bonos corporativos en pos de garantizar un desarrollo sano del mismo.
Mientras, al abordar el proceso de restructuración del mercado financiero y bancario del país indochino, Paulo Medas propuso adoptar con rapidez herramientas más eficientes para mejorar el control de los bancos comerciales.
Con respecto a labores por ejecutar para alcanzar metas establecidas acerca de la gestión de la macroecononmía, recomendó enfocarse en mejorar la política fiscal, apoyar la recuperación del mercado inmobiliario y bonos corporativos, a la par de intensificar la supersión por parte del BEV y el Ministerio de Finanzas.
Asimismo, planteó continuar los esfuerzos del Gobierno por lograr los objetivos establecidos a mediano y largo plazo, convertir a Vietnam en una economía desarrollada para 2045 y garantizar que las emisiones totales de gases de efecto invernadero nacionales alcancen cero emisiones netas para 2050.
Además, el Gobierno también necesita reformar el entorno empresarial mediante la reforma de los procedimientos administrativos; invertir en infraestructura; garantizar energía renovable en los próximos 5 a 10 años e impulsar la aplicación de tecnología en la educación y formación.
Por otra parte, el gabinete vietnamita necesita aumentar los ingresos fiscales para tener una fuente de inversión en desarrollo de infraestructura, atención médica, servicios de educación y seguridad social.