- ¿Cuál es su evaluación general sobre el panorama de las relaciones comerciales entre Vietnam y Cuba en los últimos años? En su opinión, ¿cuáles son los logros más destacados en la cooperación económica entre ambos países?
Antonio Luis Carricarte Corona:
En las complejidades que vive el mundo en la actualidad, incluyendo la situación de Cuba, aprecio que las relaciones económicas y comerciales se van fortaleciendo. Aun cuando en el presente no hemos alcanzado los volúmenes de comercio que teníamos antes del Covid, cuando el comercio se basaba fundamentalmente en la importación de arroz. Importábamos unas 500 mil toneladas de arroz bajo distintas modalidades.
¿Por qué, a pesar de esto, digo que se fortalece? Porque la presencia de productos vietnamitas se ha ido diversificando, y ya no se limita solo al arroz. En el comercio con Vietnam han comenzado a entrar otros productos, aún de manera modesta, pero que están ampliando la variedad de bienes y empresas involucradas. Esto representa, de alguna manera, una expansión del comercio, impulsada por el avance de la economía vietnamita, que sin duda representa un gran potencial para la economía cubana.
En aquel momento, prácticamente eran unas pocas empresas las que participaban en el comercio con Cuba. Hoy, además de haberse ampliado, también han surgido diversas formas de propiedad involucradas en este intercambio: empresas estatales, empresas privadas y grupos importantes. Creo que esto también demuestra una mayor amplitud.
Ya no hablamos solo del comercio, sino también de la presencia de Vietnam en Cuba a través de proyectos de inversión importantes en sectores prioritarios y de diversas maneras. Existen empresas mixtas que han invertido en Cuba, empresas de capital cien por ciento vietnamita y asociaciones económicas internacionales en varios sectores industriales.
En la industria ligera, Vietnam participa en la producción de productos como pañales y artículos de aseo. En el sector de la construcción, las empresas vietnamitas han pasado de ser solo exportadoras a convertirse en productoras en Cuba, lo que garantiza productos competitivos y de calidad.
También han extendido su presencia a sectores clave para la agricultura cubana, como la producción de fertilizantes y pienso. El fortalecimiento de la producción doméstica de alimentos en Cuba pasa por desarrollar la producción de pienso para mejorar la producción de carne de pollo, carne de cerdo y huevos. Vietnam, aunque de manera modesta, ya se está incorporando en este sector.
De igual forma, la nación indochina participa en un sector vital para el desarrollo cubano en los próximos años: la producción de electricidad a partir de fuentes de energía renovables. Ya hay empresas vietnamitas que han comenzado a operar en este campo.
Por todo esto, puedo decir que, aunque aún no se han alcanzado los niveles de comercio anteriores, la presencia de Vietnam en Cuba está más consolidada. Esto es fruto del desarrollo de la economía vietnamita y de las oportunidades que, a pesar de las dificultades actuales, Cuba sigue representando para el país sudesteasiático.
De hecho, Vietnam es el segundo socio comercial de Cuba en Asia y el primero en inversión. Además de las empresas que ya operan en el país, Vietnam también está presente en la Zona Especial de Desarrollo Mariel a través de Viglacera, una empresa con un desarrollo significativo. Pensamos que esta presencia podría convertirse en un enlace clave para el desarrollo de inversiones vietnamitas en Cuba en los próximos años.
- Como Presidente de la Cámara de Comercio de Cuba, ¿cómo valora Usted el potencial y las oportunidades de colaboración económica entre Vietnam y Cuba en el próximo tiempo, especialmente en este año cuando ambos países celebran el 65º aniversario de las relaciones diplomáticas?
Antonio Luis Carricarte Corona:
Creo que es un panorama promisorio, porque, en primer lugar, el desarrollo que ha logrado Vietnam en todos los sectores de la vida económica y social permite asegurar que existe un gran potencial en áreas que son prioritarias para Cuba. Además, las transformaciones que están teniendo lugar en Cuba, a partir del Plan Nacional de Desarrollo y del Programa para la Corrección de Distorsiones y de Impulso a la Economía, están abriendo nuevas oportunidades dentro de la economía nacional que, sin duda, pueden ser aprovechadas por empresas vietnamitas.
La visita de To Lam, secretario del Partido Comunista de Vietnam, marcó un hito en esta relación, consolidando el entendimiento sobre la importancia de la presencia vietnamita en Cuba. La profundización de esta presencia no solo favorecerá la transferencia de experiencias y la aplicación de los logros alcanzados por Vietnam, sino que también permitirá la incorporación de tecnología que pueda ser asimilada por Cuba. A su vez, esto representa una oportunidad de crecimiento para las empresas vietnamitas, impulsando proyectos que son, en parte, resultado de esta visita.
El desarrollo de Vietnam en sectores de prioridad, como la producción de alimentos, y teniendo en cuenta que Cuba importa la mayor parte de los alimentos que necesita para la vida diaria y el pueblo, producir alimentos con el apoyo de empresas vietnamitas puede influir en el incremento de las producciones domésticas y una mayor seguridad alimentaria, que son parte de las prioridades de Cuba.
Sin duda, será vital la asistencia de Vietnam en la producción de carne de cerdo, de pollo y de huevo, como ya lo ha sido en la acuicultura, donde hemos recibido mucha experiencia de Vietnam, así como en la producción de café, de granos en general, y de arroz. En este último caso, existe un proyecto aún pequeño, pero con gran potencial de expansión a otras regiones de la isla.
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El embajador de Vietnam en Cuba, Le Quang Long (segundo desde la izquierda) visita el campo del arroz en el programa de cooperación piloto del cultivo de arroz entre la empresa vietnamita AgriVMA y los agricultores cubanos. (Foto: VNA) |
Se espera que tenga éxito, ya que la productividad en Vietnam alcanza hasta 10 toneladas por hectárea, un nivel significativamente superior al de Cuba, lo que representaría una experiencia valiosa para el país.
En el ámbito industrial también hay oportunidades, desde la producción de acero hasta la industria mecánica y la electromovilidad. Como mencioné antes, Vietnam ya participa en la producción de fertilizantes y pienso, pero su presencia también podría crecer en el sector de las energías renovables. Un ejemplo de ello es la reciente decisión de instalar 200 megavatios en Cuba, lo que refuerza la visión prometedora del futuro de nuestras relaciones, caracterizadas por una mayor amplitud y diversidad.
Y esto no solo representa una oportunidad para Cuba, sino también para Vietnam. La experiencia cubana en sectores como la salud, la industria farmacéutica y la biotecnología puede ser muy valiosa para el país asiático. Además, con la visión del Gobierno vietnamita de fortalecer pilares estratégicos como la ciencia, la innovación y la transformación digital, ambas naciones han acordado avanzar en el desarrollo de productos innovadores.
En Cuba contamos con una modesta pero significativa experiencia en estos campos, que podría servir de base para el desarrollo de esta industria, no solo con destino a Vietnam, sino también hacia otros mercados. Es importante destacar que, desde hace tiempo, hemos hablado del sueño de convertir a Cuba en un puente para la entrada de productos vietnamitas en América Latina.
Sin duda, las exportaciones son un factor clave para el desarrollo de Vietnam, y Cuba tiene excelentes condiciones para coproducir y facilitar el acceso a la región. Gracias a nuestro acuerdo comercial, que permite la acumulación de origen, los productos fabricados en Cuba junto con Vietnam pueden obtener certificación de origen cubano y beneficiarse de los más de 20 acuerdos comerciales que tenemos con distintos países. Esto permitiría la entrada de estos productos sin aranceles, generando ventajas adicionales para Vietnam.
Por todo ello, tenemos muchas esperanzas y expectativas positivas sobre el impulso de la presencia de Vietnam en Cuba y, a su vez, del fortalecimiento de los proyectos del país caribeño en la nación indochina.
- ¿Qué expectativas tiene sobre el impacto de los resultados de la próxima feria VIETNAMEXPO, la sesión del Comité Empresarial Cuba - Vietnam y el Foro de Negocios en la promoción del comercio bilateral?
Antonio Luis Carricarte Corona:
Yo creo que es fundamental, sobre todo teniendo en cuenta la decisión del gobierno de trabajar en conjunto, que las Cámaras de Comercio actúen como un estímulo y una herramienta para impulsar la promoción de proyectos a nivel empresarial. También deben contribuir a visibilizar el potencial que existe en Vietnam, ya que, a pesar de todos los esfuerzos realizados, sigue habiendo un desconocimiento del mercado vietnamita y del mercado cubano. En este sentido, corresponde a las Cámaras de Comercio proporcionar mayor información para que los empresarios puedan tomar decisiones acertadas.
Creo que nuestra presencia en este evento es muy significativa, considerando que han pasado diez años desde la última visita de un presidente de la Cámara de Comercio a Vietnam. El hecho de que estemos aquí con una delegación comercial es importante para conocer nuevos actores económicos, diversificar nuestras relaciones y ampliar los vínculos de la Cámara, no solo con la Cámara de Comercio e Industria de Vietnam, con la que ya tenemos una excelente relación, sino también con el diverso mundo asociativo del país.
Ya hemos concertado encuentros con la Asociación de Empresarios del sector agropecuario, la industria mecánica y otras asociaciones, con el objetivo de establecer vínculos directos que puedan ampliar la presencia de empresarios vietnamitas en Cuba y viceversa. Queremos revitalizar el trabajo del comité bilateral y lograr que este refleje los acuerdos alcanzados a nivel gubernamental, de manera que también impulse el conocimiento mutuo entre empresarios y la promoción de oportunidades de negocio.
Esperamos obtener resultados muy positivos de esta visita a Vietnam.
- ¡Muchas gracias!