Tet es una ocasión feliz, afirmó Sisomphone-Wassanasong, estudiante laosiano de la Universidad Ton Duc Thang.
He estudiado en Vietnam desde hace tres años y participo en el Tet todos los años, aunque no lo he celebrado en el primero día, tengo oportunidad de disfrutar el ambiente de la fiesta vietnamita a través de las actividades para los estudiantes extranjeros organizadas por la universidad Ton Duc Thang.
A la escuela siempre le importa crear un ámbito familiar con la presencia de los profesores y los compañeros vietnamitas con el fin de que los internacionales se sienten como en su casa.
En esta ocasión, me deleito la tradición de Vietnam, tales como los pasteles cuadrados de arroz glutinoso (banh Chung), el dinero de suerte, también las felicitaciones de otros para el año nuevo.
Para mí, el Tet es una época feliz, la que mucha gente espera. Las fiestas de año nuevo, de Vietnam y de Laos, son el momento para las reuniones de los miembros de familia.
En Laos, las personas desean lo mejor a otros por el chapoteo de agua mientras en Vietnam por el dinero de suerte envuelto en un sobre rojo y las comidas tradicionales, el cual llama mi atención.
Con motivo del Año Nuevo Lunar 2019, espero que mis profesores y amigos tengan suerte, paz y éxitos en sus trabajos y estudios.
Vietnam y Corea comparten muchas cosas en común, expresó Kang So-Yi, estudiante sudcoreana de la Facultad Internacional, de la Universidad Nacional de Ciudad Ho Chi Minh.
Vivía en Vietnam con mis padres antes de pasar el curso en la universidad, por eso, estoy familiarizada con las costumbres de Vietnam en la Fiesta del Año Nuevo Lunar. Dado que mi país y Vietnam tienen bastante semejanzas en la forma de celebración esta ocasión, siempre nos sentimos el ambiente de bullicio y prisa en los últimos días de año.
La fiesta tradicional del Nuevo Año de Corea (Seollal) es una de las festividades más importantes y dura tres días (el 30, el primero y el segundo día del año nuevo según el calendario lunar).
Me recuerdo que todos los años mi familia íbamos a la casa de los abuelos para celebrar, ya que era la única ocasión de año en la que los miembros se reunían. Allí, antes de la Nochevieja, nos bañábamos en agua cálida para quitar toda la suciedad, nos poníamos nuevo Hanbok (traje tradicional de Corea), hacíamos culto ante los ancestros, jugábamos a las cartas, preparábamos comidas y conversábamos. Cuando llegamos a Vietnam, no podemos mantener esas actividades, pero no nos sentimos perdidos porque la fiesta vietnamita y la coreana tienen muchas actividades en común.
Además, he conocido a varios amigos del país indochino cuando entré a la Facultad Internacional y ellos me cuentan las tradiciones de sus familias. Es curioso saber que cada provincia tiene su peculiaridad aunque celebra la misma costumbre del país.
El día de reunión, declaró Anthamongkhon Ketsuda, estudiante tailandés de la Universidad Ton Duc Thang.
Estos días en Vietnam, todo el pueblo está en prisa por la preparación del Tet. Mi amigo vietnamita me habló de la tradición de “el primer día para padre, el segundo para madre y el tercer para maestro”. Estas costumbres son diferentes a las de Tailandia y en lugar del Tet tenemos el festival de Agua.
En mi país, chapotear agua a otros, tanto a los parientes como a los desconocidos, se considera como una ayuda a quitar las preocupaciones y dar bienvenida a un nuevo año feliz. En el caso de Vietnam, el Tet se dedica a la familia, los hijos intentan a regresar a casa a pesar de que estén lejos. De igual modo, mi amigo vietnamita reservó boletos de transporte desde hace tiempo para que pueda estar al lado de sus padres lo más temprano posible.
Antes de volver a su casa, él me presentó al movimiento Voluntario de Primavera de la universidad. Al participar en la actividad, aprendí mucho sobre la gastronomía peculiar del Tet de Vietnam. Además, tuve la oportunidad para ayudar a las personas con pocos recursos. Para mí, esta ocasión es para la solidaridad y reunión.