Según la fuente, el siniestro ocurrido al atardecer del lunes pasado en la provincia Java Occidental obligó a 60 personas a evacuarse.
El portavoz de la Agencia Nacional para la Contramedida de Desastres, Sutopo Purwo Nugroho, informó que las fuertes lluvias, el apagón y las dañadas vías de comunicación obstaculizan los esfuerzos de las unidades rescatistas.
Mientras, el Consejo Nacional de Gestión y Mitigación de Riesgos de Desastres Naturales de Filipinas afirmó que el número de muertos por deslizamientos e inundaciones repentinas ascendió a 75 personas, mientras 12 otras resultaron heridas y 16 permanecen desaparecidas.
Esa entidad precisó que la mayoría de las víctimas se encuentran en el Centro.
Numerosas carreteras fueron bloqueadas, a la vez que las intensas lluvias provocaron la interrupción eléctrica y la cancelación de 36 vuelos.
El estado de desastre se anunció en las provincias más afectadas como Albay, Camarines Sur, Camarines Norte y Sorsogon.
El tifón Usman entró en Filipinas el pasado día 29 y hasta el momento salió del territorio y se debilitó en una presión tropical, pero numerosas regiones aún sufran fuertes lluvias, las cuales obstaculizan las actividades de rescate y mitigación de las consecuencias.