Según la Agencia Vietnamita de Noticias, el 13 de febrero, un pescador local detectó el artefacto explosivo de 1,6 metros de largo y 227 kilogramos a unos 100 metros de la costa y alertó rápidamente a la guardia fronteriza local.
El 18 de febrero, el personal militar de la provincia retiró la bomba, una MK-82 500LBS, del lecho marino de manera segura y la transportó al sitio designado para su detonación.
Décadas después del final de la lucha de resistencia contra Estados Unidos, Vietnam todavía sufre la amenaza mortal de las bombas, las minas y las municiones sin detonar que dejó la guerra.