En la estructura económica actual, el sector económico estatal contribuye con alrededor del 28 por ciento al crecimiento del Producto Interno Bruto, mientras las empresas de inversión extranjera aportan el 18 por ciento y las firmas privadas el 54 por ciento restante .
Huellas de empresas privadas
Durante 35 años de renovación, las empresas privadas vietnamitas han crecido realmente en tamaño y cantidad, creando muchos puestos de trabajo, haciendo grandes contribuciones a la economía, y que están profundamente involucradas en muchos campos que requieren inteligencia y alta tecnología no sólo a nivel nacional, sino también internacional.
El ámbito de negocios de las mencionadas empresas se ha expandido a todos los campos, desde la producción de acero, la construcción de carreteras y aeropuertos hasta la generación y transmisión de electricidad, áreas que antes solo eran encargadas al sector público. Su participación ha promovido una fuerte competencia tanto en términos de costo como de calidad de las inversiones de los proyectos.
En especial, los grupos privados han llegado a las áreas remotas, apartadas y de difícil acceso para explorar campos potenciales como el turismo comunitario o el procesamiento de productos agrícolas locales, mejorando así los medios de vida de la población local.
Con su estatura y capacidad, las empresas privadas han dejado huellas en todas las áreas de la economía. Al revisar los importantes sectores que dan la cara a la economía actual del país, se encuentra la presencia del sector privado con un rol y aporte crecientes.
Algunas empresas privadas que han consolidado su papel y posición en la economía nacional son las de producción y ensamblaje de automóviles Vingroup y Truong Hai; el grupo de productos lácteos TH; la corporación minorista y de bienes de consumo Masan, la aerolínea de bajo costo Vietjet, los bancos Techcombank, HD Bank y VPBank y las firmas de telecomunicaciones y tecnología FPT y CMC.
Se espera que en los próximos tiempos las empresas privadas sigan alcanzando nuevos logros y contribuyendo al desarrollo del país, pues conglomerados como Vingroup, Sungroup y Deo Ca se involucrarán directamente en proyectos de carreteras nacionales.
Mantener “en llamas” la renovación del entorno de negocios
La comunidad empresarial vietnamita viene dando pasos apreciables como la introducción de representantes de talla suficiente y con marcas altamente competitivas en el mercado internacional. Muchos empresarios han mostrado su orgullo y aspiración hacerse valer en la amplia arena de la integración.
Sin embargo, la transición de las microempresas nacionales al tamaño mediano tarda tiempo e incluso excede el alcance y las aspiraciones de ellas mismas. En el caso de las startups, pese a su fuerte espíritu de emprendimiento, la falta de condiciones para nutrir y lanzar al mercado sus ideas les impiden convertirse en una empresa unicornio (aquellas valoradas en más de mil millones de dólares).
Línea de producción en una fábrica de automóviles VinFast en el parque industrial de Dinh Vu, en la ciudad portuaria de Hai Phong. (Fotografía: Viet Phong) |
Es más, la reforma del mercado de negocios se encuentra estancada desde el brote del Covid-19 e incluso ha ralentizado la recuperación de los derechos antes descartados en algunos ministerios y sectores.
De ser apenas reconocido hasta valorarse como una importante fuerza motriz de la economía, el sector privado crece cada vez con mayor vigor y ha realizado aportes significativos al país. Representa una cuota progresivamente alta y ostenta un rol crucial en el desarrollo económico nacional.
Entre los obstáculos en la renovación del ambiente de negocios se incluye también la falta de flexibilidad de las autoridades locales a la hora de tramitar los procedimientos administrativos y atender las dudas del empresariado y los ciudadanos.
Una mejora drástica de este entorno proporcionará a la economía un amplio margen de crecimiento. Pero si queremos crear una generación de emprendedores sociales, no sólo debemos mantener la renovación, sino también promover el papel del gobierno como facilitador.
Además, la edificación de una economía independiente, soberana y sosteniblemente desarrollada debe basarse en el pleno despliegue del potencial, las iniciativas y la creatividad de las empresas.
El hecho de que ese contingente sea el foco de las políticas, un principal propulsor de la economía, ha sido confirmado por el Partido y el Estado mediante fuertes compromisos y resoluciones. Los restantes quehaceres consisten en elevar la capacidad ejecutora del aparato estatal e imbuir del espíritu de reforma a cada funcionario público a nivel central y local.