Somkham Thoummavongsa, jefe del Departamento de Energía y Minas de Vientiane, dijo que actualmente la urbe cuenta con 20 estaciones de carga disponibles y planea construir otras en más de 50 sitios en la localidad.
Anteriormente, se pusieron en funcionamiento autobuses eléctricos para atender las necesidades de viaje de las personas, precisó el funcionario.
El uso de vehículos eléctricos no solo reduce la carga económica, sino que también contribuye a aminorar la contaminación ambiental y los accidentes de tráfico, así como a construir una Vientiane verde, limpia y hermosa.
El gobierno laosiano se fijó el objetivo de que los vehículos eléctricos representen al menos un por ciento del número total de medios de transporte en la sociedad para 2025, y alcancen como mínimo el 30 por ciento para 2030.
Para lograr esa meta, Laos adoptó políticas preferenciales para priorizar el uso de vehículos eléctricos, como no restringir la importación o reducir la tarifa de uso de la carretera en un 30 por ciento para esos transportes en comparación con los que usan gasolina y combustible del mismo tipo.