El máximo dirigente de Vietnam apreció los esfuerzos del Gobierno, el primer ministro Pham Minh Chinh, los ministerios, las localidades, el ejército, las fuerzas de seguridad pública y también los pobladores en la implementación de las labores de prevención y lucha contra el tifón; así como el empeño de la prensa en la información oportuna sobre la evolución del mismo.
Tras expresar sus condolencias a las familias de oficiales que fallecieron cuando cumplieron sus misiones y también de las víctimas mortales del tifón, instó a movilizar al máximo las fuerzas disponibles para la respuesta oportuna a incidentes inesperados, minimizando así las pérdidas.
Exhortó a centrarse, en primer lugar, en el rescate y la garantía de las primeras necesidades de los pobladores, además de enfocarse en chequear el sistema de diques y alcantarillados y asegurar los servicios médicos, educativos y la lucha contra epidemias tras el paso del tifón.
Propuso, además, movilizar la cooperación de toda la sociedad y organizar una campaña de donación para apoyar a las personas y empresas de las localidades afectadas por el tifón.
El Buró Político y el Secretariado pidieron enfocarse en el rescate y la búsqueda de los desaparecidos, el tratamiento a los heridos y la realización de funerales para las víctimas mortales; garantizar las primeras necesidades a los afectados; asegurar los servicios electrónicos, de agua y telecomunicaciones; y realizar las estadísticas de daños precisas y objetivas para adoptar soluciones apropiadas; así como responder a las consecuencias de inundaciones, riadas y deslizamientos de tierra.
El supertifón Yagi constituye el más grande registrado en los últimos 30 años en el Mar del Este y precisamente en el mundo. Es la tormenta con los vientos más fuertes en lo que va de 2024.
Hasta las 11:30 (hora local) del 9 de septiembre, un total de 59 personas murieron o desaparecieron debido a las intensas lluvias e inundaciones prolongadas causadas por el tifón Yagi en las localidades norteñas de Vietnam.