Brasil y el Sudeste Asiático trabajan para fortalecer su asociación basada en objetivos compartidos de crecimiento sostenible, transición energética e inclusión social.
Con motivo de este acontecimiento, la Agencia Vietnamita de Noticias (VNA) realizó una entrevista al presidente Lula da Silva sobre las perspectivas de desarrollo de las relaciones entre Brasil y la Asean.
- A medida que la Asean continúa expandiendo su compromiso con socios de toda la región Asia-Pacífico, la participación de Brasil en la Cumbre de este año marca un hito en la diplomacia interregional. Señor Presidente ¿cómo visualiza Usted el papel de Brasil dentro de la creciente red de asociaciones de la Asean más allá de la región Asia-Pacífico?
Presidente Lula da Silva: La asociación entre Brasil y la Asean ejemplifica cómo se puede construir un futuro de paz, estabilidad y crecimiento sostenible. Con economías complementarias y dinámicas, y una visión compartida de un orden internacional justo e inclusivo, demostramos cómo el diálogo y la cooperación dentro del Sur Global pueden acortar distancias y generar beneficios mutuos.
Durante más de 25 años, el comercio entre Brasil y la Asean ha aumentado más de 16 veces. En 2000, nuestro flujo comercial era de 2,3 mil millones de dólares; en 2024 alcanzó los 37,2 mil millones de dólares. Tenemos mucho que ofrecer y mucho que ganar en la región, y nuestros lazos comerciales pueden fortalecerse aún más. Para consolidar estas relaciones, asistiré a la Cumbre de la Asean el próximo domingo en Malasia. Será la primera vez que un presidente brasileño participe en este evento.
Nuestra relación comercial es solo una parte de una asociación mucho más amplia. La adopción en 2023 de las Áreas de Cooperación Práctica (2024-2028) demuestra la amplitud de nuestra agenda compartida. Juntos, ofrecemos formas de abordar el cambio climático, garantizar la seguridad alimentaria y promover la transición energética y la transformación digital.
- Brasil es reconocido mundialmente por sus logros pioneros en energía limpia, biocombustibles y políticas sociales innovadoras que han mejorado millones de vidas. En su opinión, ¿cómo puede la experiencia de Brasil en estos ámbitos contribuir a la agenda de desarrollo sostenible de la Asean?
Presidente Lula da Silva: En el ámbito energético, además de tener una de las matrices energéticas más limpias del mundo, Brasil cuenta con cinco décadas de desarrollo y uso del etanol como combustible. Hemos probado exitosamente modelos de política pública y podemos compartir nuestra experiencia técnica, tecnológica y financiera en el sector.
Brasil también es un socio estratégico clave para garantizar la seguridad alimentaria de los 672 millones de personas de la Asean. Como uno de los mayores exportadores mundiales de proteínas animales y granos, Brasil está perfectamente posicionado para satisfacer el crecimiento de las importaciones del bloque.
Además, Brasil ofrece décadas de experiencia en políticas públicas y conocimiento técnico para apoyar la producción alimentaria local. Los programas brasileños que vinculan la agricultura familiar con mercados e instituciones públicas proporcionan modelos adaptables, como nuestro Programa Nacional de Alimentación Escolar.
Juntos, también ayudamos a establecer la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, que ya cuenta con ocho países de la Asean entre sus miembros. Todo esto se basa en la convicción de que no hay progreso real sin justicia social.
En los sectores de alta tecnología e innovación, la cooperación tiene un potencial inmenso. Mientras la Asean alberga algunas de las economías digitales más dinámicas del mundo y centros de innovación en sectores como los semiconductores, Brasil reúne un ecosistema vibrante de startups y soluciones tecnológicas centradas en la inclusión social, la digitalización de los servicios públicos y la transformación financiera.
PIX, un sistema de pagos instantáneos que revolucionó las transacciones financieras en Brasil, y la plataforma GOV.BR, que unifica los servicios gubernamentales, ejemplifican cómo la tecnología puede democratizar el acceso a servicios esenciales. Reconocidas mundialmente por su escala y efectividad, estas innovaciones brasileñas ofrecen modelos que pueden beneficiar a comunidades de otras regiones.
Paralelamente a la cooperación económica y tecnológica, Brasil y la Asean comparten una visión del mundo basada en la paz, la estabilidad y el multilateralismo como fundamentos de un orden internacional más justo. El compromiso común con el desarme, ejemplificado por nuestro estatus de zonas libres de armas nucleares, demuestra la convicción de que la seguridad colectiva debe basarse en la cooperación y no en la ley del más fuerte.
Al mismo tiempo, reconocemos que el sistema multilateral enfrenta una crisis sin precedentes. La parálisis de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) subraya la urgente necesidad de reformas que refuercen el multilateralismo y hagan la gobernanza global más inclusiva, legítima y representativa. Esta es una de nuestras prioridades en la presidencia de los BRICS este año, al igual que lo fue en 2024 cuando encabezamos el G20.
- En noviembre, Brasil será sede de la COP30 en el Amazonas, reafirmando su liderazgo en la acción climática global y la preservación ambiental. Señor Presidente, ¿de qué manera una cooperación más estrecha con la Asean puede fortalecer la lucha mundial contra el cambio climático?
Presidente Lula da Silva: En el ámbito ambiental, Brasil es el país con la mayor biodiversidad del mundo, mientras que la Asean alberga alrededor del 25 por ciento de sus especies de fauna y flora. El próximo mes seremos anfitriones de la COP30 en el corazón del Amazonas. Esta elección refleja la urgencia de poner a las personas en el centro de las discusiones climáticas. Estamos convencidos de que no hay soluciones efectivas para los bosques tropicales sin el liderazgo de quienes viven allí.
En la COP30, lanzaremos el Tropical Forests Forever Facility (TFFF), una herramienta innovadora para la preservación de la selva tropical. El TFFF reconoce que los bosques proporcionan servicios ecosistémicos esenciales para la regulación climática. El modelo del fondo establece un sistema de compensación de hasta 4 USD por hectárea preservada para los países que mantengan sus bosques en pie. El TFFF no se basa en donaciones: es una inversión en la humanidad y en la preservación de la vida en la Tierra.
A través de la cooperación y la amistad, Brasil y la Asean demuestran que es posible que todos se beneficien en las relaciones internacionales, en una relación verdaderamente de ganar-ganar. Juntos, tenemos la oportunidad de reparar injusticias y construir un futuro próspero, sostenible y pacífico para todos.
La Agencia Vietnamita de Noticias agradece sinceramente al presidente Luiz Inácio Lula da Silva por conceder esta entrevista y por compartir sus valiosas perspectivas sobre la cooperación de Brasil con la Asean.