Se trata del tercer avistamiento de esta ballena en la zona desde el pasado 28 de julio, lo que, según los científicos, podría ser una señal de mejora en el estado del ecosistema marino.
De acuerdo con Dam Hai Van, director del Consejo de Administración de la Bahía de Nha Trang, las observaciones preliminares indican que se trataría de una ballena de Bryde (Balaenoptera edeni), una especie rara y de gran valor ecológico, protegida por la ley vietnamita e incluida en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Tran Van Phu, jefe de la estación de barcos turísticos de Nha Trang, calificó el hecho como un acontecimiento ecológico importante que refleja la recuperación ambiental de la bahía. Muchos visitantes se mostraron entusiasmados por presenciar este fenómeno natural, aunque también advirtieron que acercarse demasiado, hacer ruido o perseguir al animal puede afectarlo negativamente.
Para proteger tanto a la ballena como al ecosistema marino, el Consejo de Administración ha ordenado un estricto cumplimiento de las normas de conservación. Las embarcaciones turísticas deberán mantener una distancia mínima de 100 metros, evitar aglomeraciones y no perseguir, bloquear ni aislar a los cetáceos.
También deberán reducir la velocidad, disminuir el ruido y apagar los motores durante la observación.
Además, queda prohibido el uso de drones a baja altura, ya que las ballenas de Bryde dependen de sonidos de baja frecuencia para orientarse y comunicarse, los cuales pueden verse interferidos por motores o dispositivos aéreos.
Las autoridades también han hecho un llamado a intensificar las campañas de sensibilización dirigidas a residentes, turistas y operadores turísticos, resaltando las consecuencias legales de cualquier infracción. Asimismo, animan a reportar de inmediato cualquier avistamiento de ballenas u otras especies marinas raras para coordinar su protección de forma oportuna.
Aunque aún no está claro si los tres avistamientos corresponden al mismo ejemplar o a ballenas diferentes, las autoridades ven estas apariciones como una señal alentadora de que los esfuerzos de conservación están dando frutos y que la naturaleza comienza a mostrar señales de recuperación.
