Al intercambiar con la prensa la víspera, el gobernador de Narathiwat, Sanan Pong-aksorn, reveló que se han identificado a 10 víctimas mortales, mientras que 111 de los 121 heridos han sido dados de alta.
La explosión dañó 292 casas en los alrededores, de las cuales 50 quedaron casi destruidas.
El almacén había guardado hasta cinco toneladas de fuegos artificiales en el momento de la explosión, enfatizó.
El sitio fue renovado y ampliado de una tienda de comestibles, explicó, al añadir que las autoridades creen que el lugar se utilizó para almacenar fuegos artificiales ilegales.
La policía de la provincia de Narathiwat emitió una citación al propietario del almacén con el cargo de negligencia, debido al accidente.
El gobierno provincial también recibió 365 denuncias de personas con lesiones o daños en sus viviendas o propiedades por la explosión.
A partir de lo sucedido, las autoridades de Narathiwat instaron a inspeccionar otros 52 almacenes en la provincia.