Imbuida de la cultura nacional, la actividad religiosa se celebra anualmente desde 2009 en los templos vietnamitas en la capital tailandesa y tiene por objetivo preservar la tradición cultural y la gratitud filial de esa comunidad.
El venerable Thich Minh An, subjefe de Annamnikaya, la rama budista de Vietnam en Tailandia y abad de la pagoda de Khanh Van en Bangkok, resaltó el significado de la fiesta, la cual ayuda a los jóvenes a mantener los vínculos con sus antepasados, padres, familia y lugar de origen.
Los participantes celebraron los rituales de rezar por el reposo de los difuntos, honrar a Buda y escuchar las prédicas de los monjes sobre la gratitud filial.
Después de la recitación se realizó la ceremonia de prender rosas en la ropa como símbolo de los sentimientos y el respeto hacia los padres.
Según Wangnakorn Pholloke, un tailandés de origen vietnamita de la provincia de Nakhon Phanom, la fiesta incita a los vietnamitas en Tailandia a sentir más amor por su familia y tierra natal.