Bich Thien, miembro del Comité Central del Frente de la Patria de Vietnam, sugirió que los documentos deberían articular con mayor claridad una visión integral del desarrollo humano, identificando a las personas no solo como un recurso, sino también como el objetivo supremo de todas las políticas.
Propuso destacar tres valores fundamentales: independencia, autodeterminación y humanidad, como base para un crecimiento sostenible; definir la transición verde, la transformación digital y la transformación de los recursos humanos como tres pilares estratégicos de la nueva era; y añadir una perspectiva de desarrollo basada en la creatividad, la cultura y el conocimiento de Vietnam en el contexto de una profunda integración internacional.
En cuanto al desarrollo económico y ambiental, recomendó que los documentos reafirmen la dirección de construir una economía independiente y autosuficiente asociada con una integración internacional profunda y efectiva.
La economía verde y circular, dijo, no debe considerarse solo una tendencia, sino un imperativo estratégico para responder al cambio climático y generar nuevos motores de crecimiento.
Sobre la economía basada en el conocimiento e impulsada por la innovación, pidió mecanismos innovadores para aumentar la inversión en la investigación y el desarrollo (I+D), fomentar empresas de alta tecnología y establecer centros regionales de innovación y startups, especialmente en áreas con jóvenes profesionales calificados.
En agricultura y desarrollo rural, propuso orientaciones para desarrollar zonas rurales modernas, civilizadas y ecológicas, garantizando la seguridad alimentaria, promoviendo la economía verde y preservando identidades culturales.
La especialista sugirió mecanismos financieros especiales para zonas montañosas, de minorías étnicas, fronterizas e insulares, con el fin de reducir la brecha de desarrollo.
En protección ambiental, enfatizó su urgencia ante la disminución de áreas forestales naturales y los impactos crecientes del clima. recomendó convertir la restauración forestal en una estrategia nacional, lanzar un programa de recuperación de ecosistemas y fortalecer la gestión de bosques, tierras y agua.
En cultura, sociedad, educación y desarrollo humano, reafirmó que “la cultura es la base espiritual de la sociedad y una fuerza central para el desarrollo sostenible”.
Abogo además por construir un entorno cultural digital saludable, preservar el patrimonio cultural vinculado con el turismo sostenible, promover una educación integral que fomente la ciudadanía digital y la creatividad, y garantizar igualdad de género, seguridad social y bienestar juvenil como base de la felicidad nacional.
La cultura vietnamita, dijo, debería convertirse en una forma de poder blando nacional, reflejando la compasión, resiliencia, creatividad y armonía del país.
En educación y formación, mencionó la importancia de establecer metas específicas para desarrollar un sistema vocacional moderno alineado con las necesidades empresariales y las cadenas de valor globales, con énfasis en habilidades digitales, verdes y éticas.
Los trabajadores calificados pero sin estudios universitarios, dijo, deben ser reconocidos como un pilar central de la fuerza laboral nacional, al mismo nivel que los graduados universitarios.
Sugirió fortalecer las redes globales de intelectuales vietnamitas y desarrollar un ecosistema que conecte a los vietnamitas en el extranjero en ciencia, tecnología, transformación digital, medio ambiente, salud, educación y seguridad no tradicional.
También subrayó la importancia de proteger a los ciudadanos, fomentar la integración social y preservar la identidad cultural de las nuevas generaciones en el exterior.