Sin embargo, las fuerzas oponentes nunca han renunciado a la conspiración de “evolución pacífica”. Se han conectado con algunos elementos disidentes para distorsionar y calumniar al Gobierno de Vietnam que viola la libertad religiosa.
En su artículo “Esfuerzos para garantizar el derecho a la libertad, rechazar los argumentos que tergiversan la situación de libertad religiosa en Vietnam”, el jefe de la Oficina del Comité de Asuntos Religiosos del Gobierno, Nguyen Van Long, aclaró el asunto.
El Partido y el Estado de Vietnam afirman que las creencias y la región son necesidades espirituales de una parte del pueblo y los religiosos constituyen una parte del gran bloque de unidad nacional.
Hasta 2021, Vietnam reconoció 43 organizaciones religiosas, con alrededor de 27 millones de creyentes, que representan el 27 por ciento de la población del país.
En cada etapa revolucionaria, el Partido promulgó políticas y leyes adecuadas para satisfacer las necesidades de creencias y religión legítimas del pueblo, lo cual contribuyó a consolidar la gran unidad nacional y unir las religiones para construir y desarrollar el país.
Tras proclamar la independencia nacional, el 3 de septiembre de 1945, en la primera reunión del Gobierno, el Presidente Ho Chi Minh declaró enfáticamente la política de “libertad de creencias y solidaridad entre los religiosos y los no religiosos”. Este punto de vista fue institucionalizado por el Partido y el Estado a través de documentos legales.
En el Decreto No. 234/SL, emitido el 14 de junio de 1955, que consta de cinco capítulos y 16 artículos, se establece que: “El Gobierno garantiza el derecho a la libertad de religión y de culto. Nadie tiene derecho a infringirlo. Toda persona tiene derecho a profesar una religión o no tener ninguna. Los monjes son libres de predicar en instituciones religiosas tales como iglesias, pagodas y santuarios. Al difundir la religión, tienen el deber de educar a los fieles el patriotismo, las obligaciones de los ciudadanos y el sentido de respeto por la administración popular y las leyes de la República Democrática de Vietnam”.
Las políticas y los esfuerzos constantes del Partido y el Estado de Vietnam para garantizar el derecho a la libertad de creencias y religión se afirman en las Constituciones de 1946, 1959, 1980, 1992 y 2013. En particular, en la Constitución de 2013 y los documentos legales relacionados se completaron para acercarse al derecho internacional y el Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR), del que Vietnam es miembro.
La Constitución de 2013 estipula: “Toda persona tiene derecho a profesar una religión o no tener ninguna”. La Asamblea Nacional de Vietnam de la XIV legislatura promulgó la Ley de Creencias y de Religión, mientras el Gobierno emitió el Decreto No 162/2017/ND-CP y otros documentos que garantizan el derecho a la libertad de religión y creencias.
Según los datos, en 2003, el país contó con seis religiones y 15 organizaciones, con 17 millones de feligreses, alrededor de 20 mil sitios de culto, 34 mil dignatarios y 78 mil oficiales. En 2022, se reconocieron 43 organizaciones de 16 religiones diferentes, con más de 27,2 millones de religiosos, 53 mil dignatarios, 148 mil oficiales y 29 mil 718 sitios de culto.
Además, cada año, se celebran más de ocho mil festivales religiosos, con decenas de miles de participantes. Las organizaciones religiosas cuentan con más de 500 establecimientos de examen y tratamiento médico, más de 800 sitios de protección social y 300 jardines de infancia. En el período 2018-2021, se autorizó la publicación de dos mil 27 publicaciones con más de siete copias, muchas de las cuales fueron traducidas al inglés, francés e idiomas étnicos, y 25 periódicos y revistas de religiones.
En 10 años de implementación de políticas y leyes sobre creencias y religión, las agencias competentes concedieron cientos de hectáreas de tierra para construir sitios de culto. El gobierno de la provincia de Dak Lak, otorgó más de 11 mil metros cuadrados para la Diócesis de Buon Ma Thuot, la ciudad de Da Nang concedió más de 10 mil metros cuadrados para ampliar la Diócesis de Da Nang y la provincia de Quang Tri, 15 hectáreas para el campus del centro de peregrinación de Nuestra Señora de La Vang.
Puede decirse que las religiones nunca han tenido condiciones de operación tan favorables como las de hoy. Desde 2011 hasta ahora, alrededor de dos mil religiosos participaron en cursos de formación en el extranjero, seminarios y conferencias internacionales sobre la religión. Al mismo tiempo, casi 500 delegaciones extranjeras, con más de tres mil personas, llegaron a Vietnam para intercambiar y asistir a los eventos religiosos aquí.
El Comité de Asuntos Religiosos coordinó con la Unión Europea (UE) para organizar el seminario “Religión de Vietnam en el contexto de integración internacional, las experiencias internacionales compartidas”, el VI diálogo interreligioso entre Asia y Europa (ASEM). También recibió a organizaciones y dignatarios que vinieron a estudiar sobre las políticas y las leyes religiosas de Vietnam, como el Instituto para compromiso global (IGE) de Estados Unidos y el Grupo alemán de medio de comunicación (WAZ).
En realidad, las políticas y leyes en torno a la religión en Vietnam han creado condiciones para que los religiosos participen en la vida social, como el aparato estatal, órganos electos y organizaciones sociopolíticas, y en los sectores de salud, educación, formación vocacional, actividades caritativas, movimientos de emulación patriótica y construcción de nueva ruralidad.
Sin embargo, las fuerzas oponentes nunca han renunciado a la conspiración de “evolución pacífica”. Se han conectado con algunos elementos disidentes para distorsionar y calumniar al gobierno de Vietnam que viola la libertad religiosa, así como difundir informaciones incorrectas exigiendo la liberación de personas que "luchan por la libertad religiosa".
También se aprovechan de cuestiones sociales como la contaminación ambiental, el trabajo del personal, la lucha contra la corrupción del Partido y Estado para distorsionar los lineamientos, políticas y leyes de Vietnam, con el objetivo de causar inquietud entre los pobladores, dignatarios y religiosos, provocando escepticismo y reduciendo su confianza en el Partido y el Estado.
Por su parte, el Partido y el Estado afirman que el principal motor para el desarrollo nacional es la unidad del país y la solidaridad religiosa, propugnan la erradicación de prejuicios, la no discriminación por motivos de clase, etnia y religión, y el respeto a las opiniones diversas y no contrarias a los intereses nacionales, así como promueven la tradición de humanidad y tolerancia, por la estabilidad y el desarrollo de la nación.
Para seguir construyendo y desarrollando a Vietnam, como ha afirmado repetidamente el secretario general del Partido Comunista, Nguyen Phu Trong, "el país nunca ha tenido la oportunidad, el potencial, la posición y el prestigio internacional como hoy en día", y es debido a la fuerza de la unidad nacional bajo el liderazgo sabio del Partido, incluida la solidaridad de las organizaciones religiosas y sus seguidores.