Los pasajeros incluyeron a menores de 18 años, ancianos, enfermos, estudiantes que se quedaron sin alojamiento por el cierre de residencias estudiantiles y otros casos en condiciones difíciles.
Las misiones diplomáticas vietnamitas y las autoridades locales organizaron dos paradas en Sídney y Melbourne para facilitar el acceso de los ciudadanos al aeropuerto, en medio de las restricciones a los viajes entre ambas naciones.
Asimismo, enviaron personal al aeropuerto para apoyar a los connacionales en los procedimientos aduaneros y de embarque.
La aerolínea encargada de la operación, Vietnam Airlines, observó estrictamente las medidas de seguridad y protección sanitaria para garantizar la salud de los viajeros y evitar los riesgos de contagio.
Inmediatamente después de aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Tan Son Nhat en Ciudad Ho Chi Minh, los pasajeros y la tripulación fueron sometidos a supervisión médica y a cuarentena de acuerdo con las regulaciones.
La repatriación de los vietnamitas se realiza a partir de sus solicitudes, de la situación epidemiológica y la capacidad de aislamiento en el país.