De esa cifra, más de 376 millones de dólares se inyectaron en 149 planes nuevos en 35 países y territorios, mientras otros 35 proyectos agregaron 56 millones de dólares a su capital de inversión.
Los mayores receptores de capital vietnamita son Laos, Camboya y Myanmar, al representar un 40 por ciento de las inversiones totales de este país en el extranjero.
Sin embargo, durante 30 años de realizar las actividades de invertir en el ultramar, las empresas vietnamitas se han enfrentado dificultades y retos como la diferencia de costumbres, lenguajes, y en especial, la falta de conocimiento sobre las leyes de los países que reciben inversiones.
El jefe del Departamento Jurídico de la Oficina de Comercio e Industria de Vietnam, Dau Tuan Anh señaló que aparte de las diferencias lingüísticas, culturales y legales en países anfitriones, las empresas vietnamitas muchas veces incumplen sus compromisos, mostrando la falta de visión a mediano y largo plazo.
Recomendó que los inversores vietnamitas deben centrarse en mejorar la cualificación de los trabajadores y actualizar los cambios legales del país anfitrión. Además, con el fin de lograr mayor cuota del mercado internacional y beneficiarse de los acuerdos de libre comercio, los empresarios deberían ser más proactivos para identificar los riesgos a los que se enfrenten, de manera que cuenten con planes específicos de prevención.
A su vez, el Gobierno vietnamita debe adoptar las políticas prácticas para facilitar el proceso de inversión de las empresas nacionales en el extranjero, así como fortalecer la vigilancia de la calidad de las inversiones en el extranjero, con el fin de evitar los impactos negativos. Además, deberían orientar a las firmas vietnamitas a resolver los problemas y evitar los riesgos posibles en este proceso.
