En un despacho emitido la víspera a los hospitales adscritos al Ministerio y a las universidades, así como a los Servicios locales de Salud Pública, la institución señaló que la canícula que recién asoló varias partes del país ha perturbado la rutina de la población y el entorno de determinadas ocupaciones.
Pidió a los citados establecimientos reforzar los suministros de medicamentos, equipo y otros medios en caso de emergencia dentro y fuera del hospital; repetir la capacitación sobre primeros auxilios a las personas con insolación y particularmente infarto cerebral; y trabajar con los medios y unidades de medicina preventiva locales para sensibilizar a la población sobre el calor extremo y los cambios bruscos de temperatura.
Entre las tareas específicas a realizar figuran las de instalar toldos sobre los pasillos entre edificios y sobre las zonas al aire libre donde suelen concentrarse acompañantes de los pacientes; ventilar áreas concurridas como el vestíbulo, departamentos y salas de convalecientes, y proveer agua gratis.
Los hospitales con fondos limitados deben movilizar los recursos sociales y la donación de benefactores y empresas para cumplir las tareas asignadas y aumentar la atención a los pacientes.