En un artículo que analiza la perspectiva de desarrollo de los sectores de procesamiento alimentario de Vietnam, Vietnam Briefing también planteó los métodos con que las empresas de la UE pueden aprovechar las oportunidades actuales en el mercado.
El procesamiento de alimentos constituye una de las industrias más importantes de Vietnam. Gracias a su tierras fértiles y un clima favorable, Vietnam se conoce como un país exportador neto de productos agrícolas. En 2022, ese sector alcanzó un valor de exportación récord de 53,22 mil millones de dólares, con un superávit de 8,5 mil millones de dólares.
Según Statista, en 2021, la industria de alimentos y bebidas (F&B) contribuyó con 17 mil millones de dólares al Producto Interno Bruto de Vietnam y generó tres millones de empleos. Mientras tanto, se espera que la industria de servicios de alimentación tenga una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 8,5 por ciento durante el periodo de 2022 a 2027. Según lo estimado, los vietnamitas gastan entre el 20 y el 48 por ciento de los ingresos familiares en alimentos y bebidas.
Las ventajas para las empresas de la UE al invertir en la industria de procesamiento de alimentos de Vietnam son varias. En primer lugar, al comparar con varios otros países desarrollados, las empresas europeas tienen una ventaja relativa debido al Tratado de Libre Comercio entre la UE y Vietnam (EVFTA). En los próximos 10 años, este acuerdo eliminará prácticamente todos los aranceles de importación entre ambas partes.
El EVFTA mejora significativamente las perspectivas de comercio bilateral de productos agrícolas, lo cual aumentará la capacidad de suministrar productos gastronómicos especializados de Vietnam a la UE y productos europeos a Vietnam.
Segundo, en Vietnam se registra una creciente demanda de productos alimenticios de alta calidad. Por lo tanto, los inversores de la UE pueden aprovechar esta preferencia por productos premium, de alta calidad y orgánicos.
En tercer lugar, Vietnam cuenta con una sólida infraestructura para el procesamiento de alimentos. Además, los relativamente bajos costos laborales en el país son una opción competitiva para la producción o reubicación de instalaciones de fabricación y procesamiento.
Finalmente, el rápido crecimiento y las sólidas perspectivas de desarrollo, junto con los planes respaldados por el Gobierno, están creando un entorno favorable para que las empresas extranjeras inviertan a través del establecimiento de nuevas entidades, empresas conjuntas o a través de fusiones y adquisiciones.