En el momento de la explosión, estaban trabajando en el sitio 110 mineros, de los cuales 58 fueron rescatados por profesionales o lograron escapar del siniestro por su propia cuenta, mientras que 28 resultaron heridos.
El 15 de octubre, las fuerzas turcas de rescate encontraron el cuerpo de la última víctima desaparecida en la explosión, que provocó el colapso de la mina, lo cual elevó el número total de muertos a 41 personas.