La Estrategia tiene como objetivos convertir el cultivo de plantas en un sector técnico-económico completo y profesional, con productos de alta competitividad, cumpliendo con los requisitos de higiene y seguridad alimentaria nacional y otras necesidades de la economía, asegurando altos valores de exportación.
Otros objetivos de la estrategia son utilizar eficazmente los recursos, proteger el entorno ecológico, prevenir y controlar eficientemente los desastres naturales y adaptarse al cambio climático, creando al mismo tiempo empleos, mejorando los ingresos y la calidad de vida de los agricultores, contribuyendo a la estabilidad social, garantizando la defensa nacional y seguridad.
En concreto, se espera que la tasa de crecimiento de la producción de cultivos alcance entre 2,2 por ciento y 2,5 por ciento anual para 2030, mientras que la tasa de crecimiento promedio del valor agregado en la industria de procesamiento de cultivos es de ocho por ciento a 10 por ciento anual.
Mientras tanto, el volumen de ventas de las exportaciones de productos hortícolas ascendió a más de 26 mil millones de dólares.
Para 2050, la agricultura se convertirá en un sector técnico y económico moderno entre los primeros de la región y del mundo. Los productos hortícolas se producen según la agricultura de alta tecnología, la agricultura orgánica, la seguridad alimentaria y el respeto al medio ambiente. Vietnam es un centro de procesamiento profundo de la agricultura del mundo.
Al mismo tiempo, la Estrategia determina estabilizar la superficie cultivada arrocera de tres millones 560 mil hectáreas con una producción esperada de más de 35 millones de toneladas de arroz.
También se busca desarrollar la marca del café vietnamita. En 2025, el país contará con 107 mil hectáreas de café de alta calidad, mientras que la superficie de cafés especiales aumentará a 11 mil 500 hectáreas en 2030, con una producción de unas cinco mil toneladas.
Mientras tanto, el rendimiento del caucho aumentará a 1,8-2 toneladas por hectárea, mientras que el de pimienta se incrementará a 1,5-1,7 toneladas por hectárea.
Según la estrategia, también se reorganizará la estructura de las explotaciones frutícolas para formar áreas de producción de los principales tipos de frutas en función de las ventajas de las regiones particulares, las instalaciones de procesamiento y la demanda del mercado, y se priorizará el desarrollo de los frutales que tienen gran mercado consumidor como mango, plátano, pitahaya y piña.