En su discurso en el evento temático “Mujeres cambian el mundo”, la premier neozelandesa dijo que Vietnam y Nueva Zelanda comparten similitudes en cuanto a la fuerza laboral femenina, el trabajo por la igualdad de género y las actividades dirigidas a las mujeres y niños.
Con esas similitudes, confió en que la política sobre la igualdad de género será parte del crecimiento económico sostenible, mientras que las políticas comerciales y las iniciativas económicas crearán una fuerza impulsora para que las mujeres se unan a las actividades comerciales y de liderazgo.
Según la dirigente de Nueva Zelanda, las mujeres y los niños se ven muy afectados por la pandemia del Covid-19, ya que ha empeorado la pobreza y la violencia doméstica.
Durante las últimas tres décadas, en Nueva Zelanda, la tasa de mujeres que se unieron a la fuerza laboral aumentó del 54 al 70 por ciento. En Vietnam, la tasa resultó 7 del 76 por ciento en 2019, lo cual fue bastante alta, dado que el promedio mundial fue del 47 por ciento.
Informó a los participantes sobre las políticas del gobierno neozelandés en apoyo de las mujeres en el cuidado infantil y la educación preescolar para ayudarlas a ser más resilientes en la recesión económica.
Al reunirse con empresarias vietnamitas y neozelandesas, el primer ministro dijo que, a través del empoderamiento, los aumentos salariales y el respeto por los trabajadores nacionales y extranjeros, las empresas de Nueva Zelanda se han esforzado por convertirse no solo en las mejores del mundo sino también en las mejores para el mundo.
Organizada por la revista Forbes Vietnam, la cumbre atrajo la participación de más de 800 delegados, incluidas mujeres destacadas y líderes influyentes en el país y la región.