El incidente, provocado por las fuertes lluvias del 6 de mayo, sepultó un campamento de trabajadores que construían una línea eléctrica de 500 kV en la zona, dejando tres muertos y cuatro heridos.
En el despacho, el jefe de Gobierno expresó su más sentido pésame a las familias de las víctimas y asignó al presidente del Comité Popular provincial y a las agencias pertinentes la responsabilidad de brindar apoyo inmediato a las familias afectadas.
Además, enfatizó la necesidad de una pronta investigación para determinar la causa del deslizamiento de tierra. Las autoridades provinciales deben imponer multas estrictas si se identifica alguna violación de seguridad.
Se encargó al Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente vigilar de cerca las condiciones meteorológicas y emitir pronósticos oportunos, en particular los fenómenos meteorológicos extremos. Esto permitirá a las autoridades locales tomar medidas proactivas para garantizar la seguridad pública.
También se asignaron tareas específicas al Comité Directivo Nacional para la Prevención y Control de Desastres Naturales, a los presidentes de los comités populares provinciales y a los inversores en la construcción.