Actualmente, la entidad cuenta con dos sedes en Hanói y Ciudad Ho Chi Minh, cuatro instituciones de investigación y un centro de formación a corto plazo. Su escala formativa abarca unos 25 mil estudiantes, con 50 programas o disciplinas académicas en cuatro áreas principales: informática y tecnologías de la información; ingeniería y tecnología; economía y gestión; periodismo y comunicación multimedia.
En la reunión de trabajo con los directivos de la Academia, Minh Chinh destacó que los logros alcanzados por la entidad a lo largo de los años son sólidos y enfatizó que, de cara al futuro, debe estar estrechamente vinculada con la realidad y prever las tendencias tanto del mundo como del país, de ahí establecer objetivos, tareas y soluciones que generen sinergia.
La tendencia principal de la época sigue siendo la paz, la cooperación y el desarrollo; y en el contexto actual, con una situación global rápida y volátil, ningún país —ni siquiera las grandes potencias— puede resolver los problemas por sí solo. Por ello, se debe seguir esta corriente, acelerar el paso, avanzar conjuntamente y progresar. En este contexto, la ciencia, la tecnología y la innovación son tendencias dominantes del mundo, y la academia debe alinearse con ellas, señaló.
Según el jefe del Gobierno, en la situación actual es necesario promover el multilateralismo y valorar la solidaridad internacional; y siempre poner al pueblo en el centro, como sujeto, recurso y motor del desarrollo.
Es fundamental avanzar rápidamente, pero con sostenibilidad; sin sacrificar el progreso social, la equidad ni el medio ambiente por el mero crecimiento económico.
Con respecto a la Academia, el premier le orientó asumir cinco papales de vanguardia: ser pionero en vincular los cuatro actores clave que son el Estado, las instituciones educativas, los científicos y las empresas/inversores; ser pionero en innovación, transformación digital e investigación científica; ser pionero en la incubación de talentos y la construcción de empresas unicornio; ser pionero en la autonomía y la comercialización de productos; y ser pionero en atreverse a pensar, atreverse a hacer y atreverse a superar los propios límites.
Todo ello con un espíritu de rapidez extrema y audacia sin límites, porque la ciencia y la tecnología no tienen fronteras ni límites, dijo.
Para alcanzar estos objetivos, según el primer ministro, esta entidad debe apoyarse en la unidad y la cohesión, la inteligencia y la toma de decisiones acertadas en el momento oportuno; y construir una escuela con fundamentos sólidos, donde los docentes sean el motor y los estudiantes, el centro.
También señaló que los profesores deben ser capaces de motivar e inspirar a los estudiantes. Todas sus actividades deben orientarse hacia los estudiantes, generando oportunidades para que participen y contribuyan al desarrollo de la Academia.