En la ceremonia de despedida a esa delegación, efectuada en la sede del Gobierno, en Hanói, el premier subrayó que los SEA Games no son solo la competición deportiva más importante de la región, sino también un festival que refleja la calidad, la voluntad y el espíritu de los pueblos de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), y fortalece la solidaridad y la amistad tradicional dentro del bloque comunitario.
Destacó que la delegación vietnamita asume una doble misión: alcanzar grandes logros deportivos y proyectar al mundo la imagen de un Vietnam renovado, amigable, disciplinado y lleno de aspiraciones, reafirmando así el prestigio y la posición del país en la región.
El jefe de Gobierno vinculó el espíritu de los atletas con la resiliencia nacional, recordando las graves inundaciones que recientemente afectaron a la región central de Vietnam. Agradeció la donación de fondos por parte de la delegación a los damnificados y enfatizó que la capacidad de superar dificultades y el profundo sentido de solidaridad, que fluye por las “venas” del pueblo vietnamita, deben servir de inspiración para el equipo en cada competencia.
Tras reconocer los años de arduo entrenamiento y sacrificio silencioso detrás de cada atleta, el dirigente elogió la meticulosa preparación del equipo, que sienta las bases para un desempeño exitoso.
Con una visión de “Mirar lejos, pensar en grande y actuar en consecuencia”, Minh Chinh enfatizó que las ambiciones deportivas de Vietnam van más allá de los SEA Games, apuntando a competir y organizar eventos de talla continental y mundial, como los Juegos Asiáticos y los Juegos Olímpicos.
Instó a cada integrante de la delegación a rendir al máximo, superarse a sí mismos y afrontar cada prueba como si fuera una final. Recalcó la importancia del juego limpio, la caballerosidad y del respeto hacia los oponentes, los árbitros y los aficionados.
Cada miembro del equipo debe actuar como un “embajador cultural”, difundiendo la imagen de un Vietnam humanitario, pacífico, inteligente y civilizado, recalcó.
También exigió una estricta disciplina, unidad en la acción y pleno cumplimiento de las regulaciones internacionales, garantizando la salud y la seguridad de todos durante los juegos.
Expresó su firme convicción de que el desempeño de la delegación en los SEA Games 33 será un fuerte estímulo para todo el Partido, el pueblo y el ejército de Vietnam, contribuyendo a consolidar la confianza y la unidad nacional en el objetivo común de construir un país próspero y fuerte.
La delegación vietnamita es una de las más grandes de esa edición de los SEA Games con más de mil 100 miembros, incluidos 841 atletas. Competirá en 47 de los 66 deportes del evento regional, con la ambiciosa meta de obtener entre 91 y 110 medallas de oro y mantenerse entre los primeros puestos del medallero.