Por construir un Ejército integral, fuerte y ejemplar en la nueva era

En los últimos cinco años, el Ejército Popular de Vietnam ha ejecutado la Resolución del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista (PCV) y la Resolución de la XI Asamblea partidista del Ejército en un contexto internacional de rápida, compleja e imprevisible evolución. Las grandes potencias han intensificado sus esfuerzos por atraer y reunir fuerzas, compitiendo y enfrentándose con intensidad en múltiples esferas mientras los conflictos estallan en diversas regiones.

Por construir un Ejército integral, fuerte y ejemplar en la nueva era

La Cuarta Revolución Industrial ha avanzado de forma rápida, profunda y generalizada, dando lugar a nuevas tácticas y espacios estratégicos, así como a nuevas formas de hacer la guerra. Al mismo tiempo, los desafíos de seguridad no convencionales han evolucionado de manera cada vez más complicada.

Vietnam ha seguido cosechando éxitos rotundos y dejando una huella notable. El legado, el potencial, la posición y el prestigio internacional del país han alcanzado nuevas cotas. El Partido y el Estado han prestado especial atención a la construcción de un ejército revolucionario, disciplinado, de élite y en proceso de modernización. Algunas armas, ramas y unidades militares han experimentado avances significativos en su modernización. Las conmemoraciones y efemérides del Partido, el Estado y las Fuerzas Armadas se han celebrado a gran envergadura, reavivando el patriotismo, el orgullo y la autoestima nacionales, y potenciando la fuerza de la gran unidad nacional.

No obstante, Vietnam sigue afrontando numerosas dificultades y desafíos. Las fuerzas hostiles y reaccionarias intensifican sus maniobras contra el Partido, el Estado y el Ejército. En determinados territorios subsisten factores que pueden generar inestabilidad, mientras el aumento de los desastres naturales y las epidemias sigue afectando a todos los aspectos de la vida social y a las misiones militares, incluida la defensa nacional.

En este contexto, la Comisión Militar Central y el Ministerio de Defensa, con gran determinación y un profundo espíritu para asimilar las orientaciones y directrices del Partido y del Estado, han guiado al Ejército con unidad y coherencia, actuando con iniciativa y firmeza para superar las dificultades. Asimismo, han cumplido íntegramente las quince grandes tareas planteadas en la resolución de la XI Asamblea del Comité del Partido Comunista de Vietnam en el ejército, muchas de las cuales se han llevado a cabo con excelencia y algunas se han concluido antes de lo previsto, dejando huellas históricas. Entre los logros más notables, cabe destacar:

El eficaz desempeño de su función de asesoramiento al Partido y al Estado en materia militar y de defensa. Ha mantenido una actitud proactiva en la investigación, evaluación y previsión de la situación, asesorando sobre la gestión oportuna y eficaz de las contingencias para evitar quedar en posición pasiva o ser desprevenido, y garantizando en la medida de lo posible los intereses nacionales y la defensa firme de la independencia, la soberanía, la unidad y la integridad territorial de la Patria. También ha propuesto numerosas orientaciones y soluciones para perfeccionar el marco institucional, los mecanismos, las políticas y el sistema jurídico, así como para reforzar el liderazgo absoluto y directo del Partido y la gestión centralizada y unificada del Estado sobre el ejército y el sector militar y de defensa.

En esencia, el Ejército ha culminado la reestructuración para conformar unas fuerzas más compactas, ágiles y potentes. Ha mejorado su calidad integral, fuerza, nivel y capacidad de preparación para el combate con el fin de cumplir con las exigencias de las misiones en todo momento y responder eficazmente a los desafíos de seguridad no convencionales, en particular a la prevención y lucha contra el Covid-19 y los desastres naturales, así como a las labores de rescate. También ha implementado con eficacia las directrices del Partido relativas al desarrollo de la economía de defensa en el mar y las islas, ha fortalecido el potencial de defensa en puntos estratégicos y ha garantizado de manera proactiva el respaldo logístico y técnico adecuado para las misiones del ejército.

La industria de defensa sigue dando pasos decisivos. Ha dominado ciertas tecnologías de base y núcleos tecnológicos, investigado, fabricado y ensayado con éxito numerosos armamentos de significación estratégica y equipamientos técnicos modernos. La planificación financiera y de inversiones, la economía de defensa, la ciencia militar, la transformación digital, la reforma administrativa y otras labores se han impulsado de manera integral, rigurosa y eficaz. La integración internacional y la diplomacia de defensa continúan siendo pilares de la política exterior, tanto del Partido como de la diplomacia estatal y popular, lo que contribuye a elevar la posición y el prestigio internacional del país y del Ejército, defender la Patria desde temprano y desde lejos, y aportar activamente al mantenimiento de la paz regional y mundial.

El Ejército es políticamente fuerte y sólido en lo profesional. En todo momento se mantiene firme y coherente, siendo la fuerza central y vanguardista en la defensa de la plataforma ideológica del Partido y en el mantenimiento firme del frente ideológico en las filas militares, lo que pone de manifiesto las nobles cualidades del “Soldado del Tío Ho”.

Se prevé una evolución rápida y cada vez más compleja hacia la multipolaridad, la multicentralidad, la fragmentación y una profunda división en los próximos años. La paz, la cooperación y el desarrollo seguirán siendo las tendencias predominantes, pero se enfrentarán a numerosos desafíos nuevos. Las principales potencias y los centros de poder intensificarán sus ajustes estratégicos, atraerán y concentrarán fuerzas, combinarán cooperación y compromiso con la competencia y la contención mutuas, e interferirán e influirán en los asuntos internos de otros países. En numerosas regiones se producirán conflictos y guerras en los que se emplearán formas y métodos nuevos y más peligrosos, con el riesgo de extenderse.

La Cuarta Revolución Industrial, en particular la inteligencia artificial y el Internet de las cosas, continuará desarrollándose con fuerza e incidiendo en todos los ámbitos, incluidas la defensa y la seguridad. Las regiones de Asia-Pacífico y el Océano Índico seguirán siendo centros dinámicos de desarrollo y focos de competencia estratégica entre las grandes potencias. Las disputas por la soberanía territorial y marítima, incluido el Mar del Este, continuarán siendo complejas y con riesgo de escalada. La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) profundizará su cooperación e integración para reafirmar su papel central en la región, aunque deberá hacer frente a nuevos desafíos. Por otra parte, las disputas fronterizas entre determinados países seguirán mostrando una evolución complicada.

Tras casi cuarenta años de Renovación, el país ha cosechado logros notables. La simplificación del aparato del sistema político, el avance de la ciencia y la tecnología, la innovación y la transformación digital, junto con las orientaciones y decisiones estratégicas del Comité Central del PCV, han generado unas condiciones históricas y unas oportunidades de inflexión para impulsar el desarrollo innovador del país y la construcción y consolidación del ejército. Sin embargo, persisten dificultades y desafíos. Las fuerzas hostiles y reaccionarias siguen urdiendo maquinaciones contra el partido, el Estado y las fuerzas armadas. Los desafíos de seguridad no convencionales, en particular el cambio climático, los desastres naturales y las epidemias, son cada vez más complejos y anómalos. La defensa de la Patria socialista sigue enfrentándose a múltiples exigencias y la consolidación de un ejército revolucionario, reglamentado, de élite y moderno, así como el fortalecimiento de la defensa nacional y de la capacidad militar del país para salvaguardar la soberanía vietnamita plantean demandas cada vez mayores.

En este nuevo contexto, el Comité del Partido en el Ejército y todo el cuerpo militar asumen la tarea de seguir de cerca la situación mundial, regional y nacional; asimilar profundamente las directrices y políticas del Partido sobre asuntos militares y defensa nacional en la nueva situación, así como las estrategias y decisiones para el desarrollo del país; preservar y fortalecer el liderazgo absoluto y directo del Partido en todos los aspectos, junto con la gestión y administración unificada del Estado sobre el Ejército y la causa de la defensa nacional y la protección de la Patria.

En el período 2025-2030, el Comité del Partido en el Ejército se centrará en la implementación exitosa de los siguientes objetivos y tareas principales:

En primer lugar, se debe mejorar la calidad de la investigación, la previsión y el asesoramiento estratégico en asuntos militares y de defensa, garantizar la precisión y la eficacia, evitar la pasividad y las sorpresas, defender con firmeza la independencia, la soberanía, la unidad y la integridad territorial de la Patria, proteger al máximo al Partido, al Estado, al pueblo, al socialismo y los intereses nacionales. Es necesario ser proactivo en prevenir y derrotar los complots de “evolución pacífica”, disturbios, derrocamiento y “despolitización” del Ejército por parte de fuerzas hostiles. Además, se enfocará en proponer políticas y estrategias de respuesta adecuadas ante los impactos de la globalización, la integración internacional, el riesgo de guerras comerciales, de alta tecnología y de monopolio tecnológico.

En segundo lugar, es fundamental movilizar y utilizar eficazmente los recursos para construir un ejército popular revolucionario, regular, de élite y moderno, fortalecer una defensa nacional integral, con un sistema de defensa popular sólido y moderno, consolidar las defensas de las regiones militares y las zonas de defensa vinculadas con la construcción de un “frente de voluntad popular” firme. Se centrará en responder eficazmente a los desafíos de seguridad convencionales y no convencionales, así como estudiar la adaptación de la planificación general de la posición de defensa en consonancia con el desarrollo socioeconómico, cultural y diplomático, teniendo en cuenta las nuevas divisiones administrativas y las formas modernas de guerra y combate. También es importante continuar mejorando la calidad de las fuerzas de reserva, las milicias y los comités militares de nivel comunal.

En tercer lugar, es importante elevar la calidad del entrenamiento, la educación y la formación para satisfacer las exigencias de las nuevas tareas y de las guerras de alta tecnología, y desarrollar recursos humanos de alta calidad para el Ejército y el país.

Por consiguiente, se debe garantizar de manera adecuada la logística y la técnica para las tareas y necesidades de construcción y desarrollo del Ejército en la nueva etapa, aplicando métodos modernos, flexibles, oportunos y suficientes; centrarse en la preservación, mantenimiento y dominio del equipamiento técnico militar para asegurar la operatividad de las armas y equipos que cubran las exigencias de las tareas y misiones. También es necesario invertir en nuevas tecnologías para investigar, desarrollar y reparar armas y equipos técnicos, especialmente los modernos, así como en la producción de materiales técnicos. Además, es importante avanzar en el desarrollo de la industria de defensa hacia la autodeterminación, la autosuficiencia, la resiliencia, el doble uso y la modernidad.

Por otro lado, hay que centrarse en el dominio de tecnologías básicas, centrales y avanzadas de uso múltiple en la investigación, el diseño, la fabricación, la modernización y la mejora de productos de la industria de defensa y del armamento estratégico moderno. Es importante fomentar la cooperación y la transferencia tecnológica, impulsar la exportación de productos de alto valor añadido y contenido científico-tecnológico, y participar en las cadenas globales de suministro. El objetivo será completar proyectos y programas para cumplir los criterios clave de la industria de defensa y construir un ejército moderno.

En quinto lugar, es importante promover el desarrollo, la aplicación de la ciencia y la tecnología, la innovación y la transformación digital en el Ejército; y atraer y valorar el talento para satisfacer las exigencias de la construcción de un ejército popular revolucionario, regular, de élite y moderno.

En sexto lugar, se renovará y mejorará la eficiencia del trabajo financiero y se implementará de manera integral el proyecto de renovación del mecanismo de gestión financiera del Ejército. Se hará hincapié en la movilización y el uso eficaz de los recursos, así como en el fortalecimiento del potencial de defensa nacional. Además, se debe integrar estrechamente el desarrollo económico con el fortalecimiento de la defensa y ejecutar eficazmente los proyectos de desarrollo socioeconómico combinados con la consolidación de la defensa nacional en las direcciones estratégicas.

La séptima tarea consiste en construir y perfeccionar de manera sincronizada el sistema institucional, los mecanismos y las políticas sobre asuntos militares y de defensa, mejorar la capacidad de cumplimiento de la ley de las fuerzas que cumplen misiones en las fronteras, los mares y las islas, y proteger firmemente la patria en el ciberespacio y en los nuevos entornos y espacios estratégicos. También se fortalecerá el trabajo jurídico, la inspección, la reforma judicial y la gestión estatal en los ámbitos militar y de defensa.

La siguiente consiste en impulsar el desarrollo del potencial de la diplomacia de defensa, participar de manera eficaz en la integración internacional y en las relaciones bilaterales y multilaterales de defensa, para mantener su papel como pilar de la diplomacia del Partido, del Estado y del pueblo. Se participará activamente y con responsabilidad en las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, se cooperará para hacer frente a los desafíos de seguridad convencionales y no convencionales y se contribuirá a crear un entorno internacional favorable, a fortalecer el potencial, la posición y el prestigio internacional del país y del Ejército, y a defender la patria desde temprano y desde lejos.

Por último, se priorizará la construcción de un ejército políticamente firme, un Comité del Partido en el ejército íntegro, fuerte y ejemplar, y un contingente de cuadros y militantes firmes en su ideología política, con virtudes morales puras, alta competencia profesional y absoluta lealtad a la Patria, al Partido, al Estado y al pueblo.

La tarea de construir el Ejército, consolidar la defensa y defender la Patria en la era de desarrollo plantea nuevos requisitos y desafíos. El Comité del Partido en el Ejército, junto con los cuadros, militantes, oficiales y soldados de todo el Ejército, promueven la gloriosa tradición de más de 80 años de construcción, lucha, victorias y madurez, aprovechan las oportunidades, superan los desafíos y se esfuerzan por cumplir integralmente los objetivos y tareas establecidos en la Resolución del XII Congreso del Comité del Partido en el Ejército, para construir un Ejército Popular de Vietnam revolucionario, regular, de élite y moderno, que defiende firmemente la República Socialista de Vietnam, en contribución a la construcción de un país próspero, fuerte, civilizado y feliz, digno de la confianza del Partido, el Estado y el pueblo en el heroico Ejército Popular de Vietnam.

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