Con su belleza majestuosa y prístina, Bach Ma brinda a los visitantes la oportunidad de meterse de lleno en la naturaleza.
El paisaje pintoresco del bosque de acacias.
Los árboles “Cho” (Parashorea chinensis) en la estación de mudanza de hojas adornan las laderas de la montaña.
La estela de piedra construida en 1932 marcó el proceso de construcción de un complejo hotelero francés en el área de la montaña de Bach Ma.
Las villas de estilo francés en la zona seducen a muchos visitantes.
En el territorio se encuentran numerosos animales y plantas silvestres raras.
Un arroyo cubierto de musgo en la estación seca.
La cascada de Do Quyen, la más hermosa de la zona de la montaña de Bach Ma, en la temporada de floración de las plantas de Rhododendron.
La flor de Arundina graminifolia, una especie endémica de la zona.
Para llegar desde el pie de la montaña hasta el observatorio Hai Vong en el pico de Bach Ma, los excursionistas deben recorrer un camino sinuoso a lo largo de la ladera de la montaña.
La campana en la cima de la montaña.
Laguna de Phu Loc vista desde la cima de la montaña de Bach Ma. El bosque, el mar y las lagunas, junto con los caminos que serpentean como una franja de seda en medio del inmenso verdor, se suman para crear una pintura natural bella y poética.
El observatorio Hai Vong, donde se pueden ver numerosos paisajes como la ciudad de Hue escondida entre las nubes, la laguna de Cau Hai, el mar de Canh Duong, la bahía de Lang Co, el lago Truoi, montañas y varios ríos abajo.
Al contemplar el atardecer en el pico de Bach Ma, los turistas se sentirán como si estuvieran en un cuento de hadas.