Las medidas incluyen cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar, y lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón o usar un desinfectante para manos a base de alcohol.
Mientras tanto, las personas con una erupción aguda de causa desconocida, acompañada de uno o más síntomas sospechosos, deben comunicarse con un centro médico para recibir atención y asesoramiento. Al mismo tiempo, también resulta necesario que se aíslen y eviten las relaciones sexuales.
Se aconseja a las personas que eludan el contacto cercano y de piel con piel con personas infectadas con viruela del simio; así como con objetos y utensilios infectados.
Las personas que viajen a países con brotes de viruela símica deben evitar el contacto con mamíferos (vivos o muertos), como roedores y marsupiales, ya que pueden contener el virus.
También se recomienda garantizar la seguridad alimentaria, practicar un estilo de vida saludable y aumentar la actividad física.
Hasta el 3 de octubre, se registraron 68 mil 265 casos de viruela del mono en 106 países de todo el mundo, incluidas 25 muertes.
La viruela del mono se puede transmitir de animales a humanos y de humanos a humanos y, en algunos casos, puede causar infecciones en la piel, neumonía, problemas oculares e incluso la muerte. La enfermedad tiende a ser más grave en niños, mujeres embarazadas o personas inmunodeprimidas.
El período de incubación es de 5 a 21 días (generalmente de 6 a 13 días). La viruela del simio tiene síntomas similares a la viruela, pero difiere en sus lesiones cutáneas sistémicas y ganglios linfáticos agrandados.
Los síntomas principales son erupción cutánea y uno o más de los siguientes síntomas: fiebre de 38 grados o más, ganglios linfáticos inflamados, dolor de cabeza, dolor muscular, dolor de espalda y astenia.