En la aldea Seo Hai, en la comuna de Bum To, provincia de Lai Chau, los Si La conservan muchas costumbres ancestrales como el culto a los antepasados, los trajes tradicionales, los cantos y danzas folclóricas, junto sus concepciones sobre la felicidad, el matrimonio y la familia. En ese entorno, las bodas son consideradas un rito que expresa diáfanamente sus peculiares valores culturales.
Aunque hoy día la ceremonia de boda de los Si La tiene diferencias con la original, se mantienen pasos básicos como la petición de mano, la visita inicial, o llevar a la novia al bosque para proceder a la incorporación a la familia del novio.
La temporada de bodas suele ser a finales de año, cuando han concluido los trabajos en los campos. Por esa época las familias también reparan sus casas y se alistan para recibir al Año Nuevo.
Los familiares y amigos de la novia que la acompañan a casa del novio se detienen frente a la entrada. En ese momento, la madre del novio le entrega ropa nueva y joyas.
Las mujeres se reúnen alrededor de la novia mientras se cambia de ropa y se pone las pulseras y los collares frente al pórtico de la casa.
El chamán ayuda al dueño de la casa a realizar los ritos según las costumbres matrimoniales de los si la.
Los ritos se llevan a cabo en un ambiente solemne y acogedor como señal de respeto entre las dos familias y la comunidad.
El novio sale de la casa llevando el arroz y el huevo con las manos cruzadas y tocando las de la novia. Según las normas tradicionales de los si la, la pareja joven come el arroz glutinoso y el huevo en la puerta, ante los familiares. Este rito simboliza la fidelidad de la joven pareja.
Cumplidos esos pasos, el novio invita a la novia a entrar en la casa. Luego ambos se unen a las danzas y canciones de bendición de quienes asisten a la boda.