La meseta rocosa de Dong Van es famosa por sus montañas de forma de “oreja de gato”, puntiagudas, áridas y magníficas. Sin embargo, pocos saben que allí se encuentra una cueva mágica con un nombre evocador y poético: Hang May, que en vietnamita significa “cueva de nubes”.

Hang May pertenecía a la comuna de Ta Lung, en el distrito de Dong Van, de la antigua provincia de Ha Giang, pero actualmente forma parte de la comuna de Dong Van, en la provincia de Tuyen Quang. La cueva se encuentra en la ruta que conecta los antiguos distritos de Dong Van y Meo Vac.

Muchos consideran Hang May un sorprendente descubrimiento y una obra maestra de la naturaleza. Debido a su ubicación en una ladera escarpada y elevada, permaneció desconocida durante mucho tiempo. No fue hasta 1999, cuando se construyó una carretera cerca de su entrada, que los lugareños descubrieron esta valiosa cueva.

La entrada de Hang May tiene forma de capullo de loto gigante que aparece y desaparece entre la neblina. El fotógrafo independiente de Hanoi Ngoc Vu comentó que el paisaje del interior de la cueva es una prueba de las maravillas de la naturaleza.

En su profundidad se encuentra un mundo de estalactitas de piedra caliza con formas variadas que flotan y se desvanecen como nubes.

Hang May es larga y espaciosa, y en su interior hay un «camino hacia el cielo» y otro hacia el «palacio submarino». Quienes ingresan a la cueva se encuentran con un pozo natural de agua cristalina ubicado a 30 metros de altura.

Este paisaje celestial fue captado por el fotógrafo Ngoc Vu durante un viaje a la meseta rocosa de Dong Van. La fina niebla mística realza aún más la belleza enigmática de esta caverna.