El país asiático anunció las ambiciones de alcanzar la neutralidad de carbono para 2060. Con tal fin, Indonesia ha tomado la iniciativa en su apuesta por convertirse en el centro de almacenamiento de CO2 de la región, con hasta 128 cuencas potenciales por explorar, de las cuales 20 ya están en uso.
Sin embargo, el potencial de expansión del secuestro de carbono enfrenta desafíos, incluida la escasez de sitios de almacenamiento y altos costos de transporte y mantenimiento a largo plazo.
El CO2 capturado puede actuar como fuente de carbono para materiales industriales, proporcionando la columna vertebral molecular para materiales de construcción, productos químicos y combustibles, entre otras posibilidades.
Para que las iniciativas CO2-to-X contribuyan significativamente al camino de descarbonización de Indonesia, se requerirá una mayor cooperación internacional y participación del sector privado, similar a lo que ha impulsado la ampliación de la energía renovable.