Icónica flor del noroeste en el corazón de Hanói

Cada año, a mediados de febrero, varias calles en Hanói, la capital vietnamita, como Bac Son, Hoang Dieu y Giang Vo están bordeadas del inmaculado blanco de los florecientes árboles “Ban” (Bauhinia variegata), imagen que evoca a las montañas noroccidentales del país.

(Fotografía: toquoc.vn/Nam Nguyen)
(Fotografía: toquoc.vn/Nam Nguyen)

“Ban” figura entre las especies de flora icónicas en aquella región. En el idioma de la etnia local Thai su nombre significa “flor dulce”.

Según una leyenda transmitida oralmente por generaciones de Thai, la flor tiene su origen en el apasionado amor entre Ban y su novio, Khum. La muchacha murió cuando buscaba a su prometido y en el lugar donde cayó brotó una planta con flor blanca que fue bautizada con su propio nombre.

La flor procedente de una región tan remota y prístina brilla dentro de la bulliciosa capital, añadiéndole un toque de romance y seducción.

El color blanco reina en Bac Son, Hoang Dieu, Giang Vo y muchas otras calles de Hanói.

Para la gente del Noroeste, la flor “Ban” se ha convertido en el símbolo de la fidelidad y la pura belleza de una chica. Además, denota una juventud apasionada y soñadora.

Esta especie no destaca por su fragancia sino por la dulzura de su estambre, que atrae a abejas, mariposas y otros insectos que liban néctar. Cada flor suele tener cinco pétalos tan blancos como el algodón, pero también hay variedades de color violeta o ligeramente rosáceas. Cuando se abren, es un aviso de que la primavera toca a la puerta.

Los suaves tonos de los árboles “Ban” parecen dispersar la penumbra en estos días de leve frío en Hanói.

Las calles más “nevadas” de momento son la zona alrededor del lago Hoan Kiem, Hoang Dieu, Dien Bien Phu, Hang Bong, Thanh Nien o el Parque Lenin. También son admirables los paisajes en la calle Bac Son, en el distrito de Ba Dinh.

La calle Giang Vo.

Esta plena floración hace que Hanói vista un nuevo atuendo.

Aunque no es emblemática de la ciudad, la flor “Ban” es apreciada por los hanoyenses, quienes más que una señal del advenimiento de la primavera, la consideran un buen augurio para la primera estación del año.