Las plantas en flor de alforfón o trigo sarraceno son un símbolo de las tierras altas del norte de este país indochino. Sus capullos empiezan a abrirse a comienzos de invierno, tejiendo un nuevo abrigo para los macizos rocosos.
De un cultivo solo de valor alimentario, ese cereal ha dado renombre turístico a la meseta rocosa vietnamita.
Los campos de alforfón también son ideales para los amantes de la fotografía. Muchas localidades celebran cada año un festival dedicado a la especie con el propósito de publicitar el paisaje, los destinos y la identidad cultural de la comunidad autóctona, así como impulsar el desarrollo socioeconómico y mejorar la calidad de vida de las minorías étnicas.