Los girasoles silvestres florecen en la provincia noroccidental de Dien Bien desde mediados de noviembre, cuando el clima comienza a refrescar.
En las colinas, en los valles y a lo largo de las carreteras, todo se tiñe de un amarillo vibrante.
Si bien los girasoles no son grandes, crecen en vastos racimos. Su belleza salvaje crea un encanto irresistible que cautiva a quienes visitan Dien Bien en esta época del año.
Cada año, cuando florecen los girasoles silvestres, muchas personas viajan a esa provincia para capturar los momentos especiales, tomando fotos con sus familias y amigos.
Los girasoles silvestres florecen en racimos, cambiando el paisaje a una alfombra de amarillo vibrante.